El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido uno de los líderes que se han mostrado más reacios a tomar medidas fuertes de aislamiento por el coronavirus e incluso no suele dar las cifras de muertos porque apuntó que él no es un 'enterrador'.

El mandatario dijo el pasado lunes que espera que las restricciones no pasen de esta semana, pues cree que son parte de una política que es 'errónea' y 'asesina' de empleos.

Varias veces ha dicho que los riesgos de cerrar la economía brasileña superan las consecuencias de una enfermedad que llegó a llamar "pequeño resfriado", pese a que Brasil es el país con más casos en la región con más de 40 000 contagiados y más de 2500 muertos.

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Pese a lo que piensa Bolsonaro, la mayoría de los gobernadores de los estados brasileños han tomado medidas de distancia social y aislamiento. Algo a lo que se pone el presidente, quien llegó a cesar al ministro de Salud la semana pasada por apoyar las recomendaciones internacionales.

Además, el brote de coronavirus en el país tiene varias semanas menos que los países más afectados, razón por la que especialistas recomiendan que las medidas de aislamiento aún deben seguir por varias semanas.

Pese a ello, Joao Doria, gobernador de Sao Paulo, el estado brasileño más golpeado por el nuevo coronavirus, anunció esta semana la "reapertura gradual" de la economía una vez que finalice, el 10 de mayo, la cuarentena vigente desde el pasado 24 de marzo.

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"El Gobierno de Sao Paulo divulgará el miércoles 22 la planificación para la reapertura gradual de los sectores productivos, que será implementado al término de esta etapa de la cuarentena, el 10 de mayo", adelantó Doria en sus redes sociales.

El gobernador del estado más población del país, con unos 46 millones de habitantes, señaló que esa retomada de las actividades llevará en consideración "diversos factores, como la diseminación" de la pandemia, "la situación del sistema de salud y el distanciamiento social".

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Hasta este lunes hay 1037 muertes y 14 580 casos confirmados de coronavirus en Sao Paulo.

El anuncio de Doria, defensor de las medidas de restricción de la movilidad para contener la expansión del patógeno, contrasta con la previsión del Ministerio de Salud, que espera el pico de la pandemia para mayo o junio.

Doria mantiene un duro enfrentamiento público con Bolsonaro, quien lo ha llegado a llamar 'lunático'. El gobernador ha respondido que el presidente "no está con las facultades mentales en plenitud para poder liderar el país". (I)