Con cinco plantas medicinales, que según los conocimientos de sus antepasados curaban enfermedades respiratorias y les ayudaban a deshacerse de las plagas, un grupo de mujeres indígenas de la comunidad La Calera del cantón Cotacachi preparan gel antibacterial, alcohol y desinfectantes.

Blanca Bonilla es voluntaria de salud en la comunidad, ella ha estudiado por muchos años las propiedades de las plantas y en su casa, conjuntamente con un grupo de mujeres preparan un desinfectante para fumigar todas las viviendas de La Calera, los vehículos y las calles, también preparan alcohol y gel antibacterial.

Para preparar el desinfectante, Blanca recorre varios terrenos y vertientes de agua para recolectar los cinco tipos de plantas que son: una planta aromática conocida como Tsilin Tsilin, el marco que según sus conocimientos calma los dolores y es desinflamatorio, la uchugihua (planta del ají), ashnagihua o celandine y ruda que ayudan a proteger el aparato respiratorio, desinfectar y alejan las plagas.

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Una vez recolectadas las lavan y las machacan con piedras, ese emplasto lo mezclan con agua hervida fría.

“Esto usaban nuestros taitas (padres) hace muchos años cuando una enfermedad que era conocida como tos del burro, que tenía los síntomas muy similares al coronavirus estaba matando a nuestros antepasados, preparaban estas cosas y así se curaban y protegían al pueblo”, detalló Bonilla.

Una vez preparado el desinfectante los comuneros llenan bombas de fumigar y recorren la comunidad roseando todo lo que encuentran a su paso, en especial las viviendas.

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Blanca también informó que el gel antibacterial es elaborado de manera diferente, pero básicamente con las mismas plantas “Se usa menos cantidad de plantas y más agua, además se le agrega una raíz milenaria para que no afecte a la piel y tenga una consistencia espesa”, explicó.

Esto junto al alcohol es distribuido gratuitamente a los comuneros, quienes solamente tienen que llevar recipientes, también lo han distribuido a otras comunidades y han compartido la receta con otras mujeres indígenas de otros cantones como Otavalo para que se puedan proteger.

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Luis Villagómez, vicepresidente del Cabildo, organiza las fumigaciones, cuida que los habitantes se mantengan protegidos en sus casas y no hayan aglomeraciones.

“Lo importante es tener una alimentación saludable, tener nuestro sistema inmunológico fuerte. Nuestros ancestros decían que toda cura está en nuestras plantas, eso es mejor que la medicina occidental”, enfatizó Villagómez.

Por su parte, Blanca, a sus 42 años, también cuida de sus abejas, se dedica a la apicultura y dice que prepara y extrae miel de abeja, propóleos y jalea real para combatir enfermedades respiratorias en el caso de que llegara el COVID-19 a su comunidad.

“Estoy preparando un remedio que considero que combatirá el coronavirus y me gustaría hacer un llamado al Gobierno para trabajar con personas infectadas y experimentar como lo hacen con la medicina química en otros países, esto es natural y no les va a afectar, pienso que los va a curar”, finalizó la mujer. (I)

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