Casi dos millones de estudiantes de la educación básica y del bachillerato del régimen Sierra y Amazonía (1 926 026 alumnos) no van a clases desde el 13 de marzo pasado por la emergencia debido al coronavirus.

El 73,5 % de ellos están en los establecimientos fiscales y tienen que acceder a los contenidos y tareas a través de la web recursos2.educacion.gob.ec.

Ante estas circunstancias el desafío está en mantener los porcentajes de asistencia a la educación básica y evitar que más adolescentes abandonen el bachillerato, según analistas.

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Uno de los problemas es el limitado acceso a internet, más el analfabetismo digital. El 10,7 % de los que tienen entre 15 y 49 años no tienen un celular activo y no han usado computadora ni internet en los últimos doce meses, según la última información al respecto del Instituto Nacional de Estadística y Censos. Suman 965 118 personas.

A Nascira Ramia, directora de la carrera de educación de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), le preocupa los niños y jóvenes que se quedan al margen del sistema educativo debido a las diferencias en el acceso digital. “Esto puede tener repercusiones a largo plazo, la cobertura está buena en los grados más bajos, pero cuando vamos al bachillerato va bajando y con esta interrupción se puede perder el ímpetu de los jóvenes. Los adolescentes en pobreza estarán en mayor riesgo de dejar los estudios”, dice.

La situación de aprender en casa, agrega, es una oportunidad para repensar la educación. “Lo tradicional no va a funcionar, se pueden enviar a hacer miles de cosas repetitivas pero eso no va a permitir alcanzar los objetivos de complejidad cognitiva que quisiéramos lograr. Hay que tratar de darles tareas más reales y prácticas”, acota.

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La obligación que tienen los docentes fiscales de utilizar plataformas en línea, asegura Claudia Tobar, profesora de la USFQ, “ayudará a crear una alfabetización digital que todavía es baja en Ecuador”. Señala que si bien no es alto el promedio de hogares que tienen internet fijo se debe aprovechar el acceso a celulares inteligentes.

Casi todas las plataformas educativas en línea, indica, son amigables con estos aparatos. “Lo que hay que entender en este proceso de escuela en casa, no es que el padre del niño sea el profesor sino que solo facilite el acceso a la información que el profesor envía”, señala.

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El número de cuentas de internet móvil activas registró una ligera reducción desde diciembre del 2018 cuando habían 9 342 814 líneas con acceso a la web. En diciembre último eran 9 335 830. Sin embargo a enero de este año ya hay una recuperación con 9 449 826 líneas activas con internet.

Lo que va en aumento es el número de cuentas de internet fijo, pero hay un acceso bajo en comparación al resto de naciones de la región. Ecuador es el sexto de un listado de ocho países de Sudamérica por tener el menor número de cuentas de internet fijo por cada cien habitantes; solo supera a Perú y Venezuela.

El 37,2 % de los hogares del país cuenta con acceso a Internet según la última encuesta disponible del Instituto Nacional de Estadística y Censos. Foto: Archivo

La ministra de Educación, Monserrat Creamer, dice que para los estudiantes que no tengan internet o aparatos tecnológicos se realizará una campaña en radio y televisión con programas en las mañanas y tardes desde este lunes. Además, se publicarán fichas en medios de comunicación escritos.

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Si bien el acceso no es obligatorio, los estudiantes deberán presentar estas tareas cuando retornen a las aulas.

Tobar considera que es oportuno que los docentes salga de su zona de confort y pasar por un proceso donde se sentirán aislados al no tener contacto con los estudiantes y cambiarán su rol a facilitadores de herramientas o contenidos para que los alumnos aprendan y se sientan parte de la cadena de aprendizaje.

Sin embargo, reconoce que en las zonas rurales del país aplicar un sistema de educación online será complicado y que los docentes de estos sectores deberán apoyarse en los libros de textos que reciben del Ministerio de Educación y realizar un seguimiento casi independiente de los estudiantes.

Aunque aclara que esto no significa que se deba parar la escolaridad en estos momentos más bien se deben buscar canales de comunicación que sean efectivos: “Tal vez una llamada telefónica del docente al padre de familia y encargarle que hable con todos los padres para mantenerles al tanto de lo que deben hacer los chicos”.

El reto está en los maestros. No es cuestión de decir lean el texto y estoy aquí para preguntas, pueden enviar tareas estilo proyectos con reflexiones”. NASCIRA RAMIA, analista

Karen López es profesora de básica superior y bachillerato. Labora en un colegio fiscal del cantón Guano, Chimborazo. Asegura que si bien aplican el plan de contingencia para que los estudiantes accedan a la plataforma que dispuso la entidad detalla que hay varios inconvenientes.

Mis estudiantes no tienen acceso al internet frecuentemente. A lo mucho lo que pueden es hacer recargas de tres dólares para poner internet en el teléfono, pero la plataforma es tan pesada que apenas ingresan para ver las actividades se quedan sin megas. Además, muchos no tienen los recursos o solo los papás tienen celular, pero antiguos”, afirma.

Otro de los problemas que detalla la docente es que hay problemas en los contenidos que hay en la plataforma actualmente. Cuenta que varios de ellos no han sido explicados a los estudiantes en las clases presenciales.

En tercero de bachillerato no hay contenido en mi área. Yo doy Educación Física y no hay contenidos sobre esto, no hay cómo enviarles tareas, no hay textos o algo que les pueda mandar a investigar como el tipo de carreras en la natación. El ministerio nos obliga a ingresar a la plataforma como asistencia y debemos mandar tareas y actividades, pero no tengo contenidos. He reportado esto a las autoridades del colegio”, asegura.

Además, dice que la campaña de radio y televisión que realizará el ministerio es una muy buena opción, pero sugiere extender el horario a las noches ya que muchos jóvenes del sector rural luego de ir clases ayudan a sus padres en las labores de campo. “Ellos tienen más tiempo en las noches”.

El reciclaje digital que es el poder ver una y otras vez el material, refuerza conceptos y permite que el estudiante aprenda a su propio ritmo”. CLAUDIA TOBAR, docente

Milenny Fernández, docente de una escuela fiscal del norte de Guayaquil, reconoce que la educación virtual es un desafío ya que hay maestros que incluso se niegan a ser parte de los grupos de Whatsapp que ya crean ciertos profesores titulares, a inicios de cada año lectivo, para dar seguimiento académico a los estudiantes junto a los padres de familia.

Sé de compañeros que no quieren trabajar en esta plataforma. Dicen que no quieren que los padres los molesten fuera del horario laboral, pero yo lo que hago es no contestarles cuando no puedo y me llaman”, indica. (I)