El coronavirus va dejando a su paso mucho dolor en familias de diversas partes del mundo, para algunas esto ha sido una verdadera tragedia. Es el caso de una familia de origen italiano que reside en Nueva Jersey, que ya ha perdido a tres de sus miembros y otros cuatro aún luchan contra la enfermedad.

Grace Fusco, de 73 años, era la cabeza de su familia, conformada por ella y sus 11 hijos. Lamentablemente, el miércoles último perdió la vida a causa de la enfermedad. Se fue sin conocer que dos de sus hijos habían fallecido también por el coronavirus.

La primera en fallecer fue su hija mayor, Rita Fusco-Jackson, quien no tuvo ningún síntoma y se conoció que tenía la enfermedad luego de su muerte. Este miércoles, unas horas antes que Grace, murió su hijo Carmine Fusco.

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Como si esto fuera poco, otros 20 familiares están en cuarentena en sus hogares, con el profundo dolor por la pérdida y sin poder reunirse para apoyarse o despedir a quienes no pudieron ganarle al coronavirus. Una situación que ya se repite en varios países, donde las familias no pueden darle el último adiós a sus seres queridos debido a la enfermedad.

Roseann Paradiso Fodera, sobrina de Grace, expresa que la tragedia no solo los deja devastados sino también muy desconcertados, debido a que afectó ya afectó a tres de forma mortal y otros están tratando de sobrevivir. Indica que, aunque Grace ya tenía una avanzada edad, sus otros dos familiares eran relativamente “jóvenes y no tenían condiciones subyacentes”, por lo que les extraña su muerte.

Nueva Jersey es uno de los estados del país estadounidense donde más casos se reportan y donde el Gobierno ha implementado medidas drásticas para contener la enfermedad.

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Los Fusco identificaron a quien propagó el Covid-19 entre ellos, se trata de John Brennan, de 69 años, un allegado a la familia, quien resultó ser la primera víctima mortal de Nueva Jersey. El hombre trabajaba en una pista de carreras de caballo muy conocida de la ciudad.

La familia ítalo-americana era aficionada a las actividades ecuestres y realizaba cada jueves una reunión, fue precisamente en una de estas que Brennan contagió a los Fusco y luego mucho más resultaron afectados.

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Judith M. Persichilli, comisionada de Salud del estado, siguió el trayecto de los infectados en las últimas semanas para identificar la fuente de infección. “No puedo enfatizar lo suficiente lo importante que es asumir la responsabilidad personal y evitar incluso pequeñas reuniones”, indicó.

La familia Fusco busca que el las autoridades identifiquen por qué la enfermedad los afectó de esta manera, incluso a su hermana que gozaba de una buena salud. Funcionarios de salud investigarán sus historias clínicas para determinar por qué este mal fue tan potente en ellos y avanzó tan rápido. (I)