La Organización Panamericana de la Salud dijo este viernes que está enviando un equipo de expertos a un grupo de países de América -que incluye a Venezuela, Nicaragua y Haití-, cuyos sistemas de salud son menos eficientes en la detección temprana del nuevo coronavirus.

La información se reveló el mismo día en que Perú, Colombia y Costa Rica confirmaron sus primeros casos del nuevo COVID-19 en su territorio en momentos en que crece la alerta mundial por la cantidad de afectados por la epidemia. En América Latina se elevaron a nueve los países con presencia del nuevo coronavirus.

“Debemos estar en alerta elevada”, expresó Carissa Etienne, directora de la OPS, en una rueda de prensa realizada en Washington y transmitida en vivo por internet.

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“Nos enfrentamos a un nuevo virus y nadie tiene inmunidad... un virus que tiene la capacidad de propagarse rápidamente, la capacidad de producir más casos”, dijo Jarbas Barbosa, subdirector de la organización, tras destacar que cualquier medida que se adopte es “totalmente justificada”.

De acuerdo con la OPS hay más de 180 casos de COVID-19 confirmados en el continente americano en 12 países y territorios que incluyen a Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y República Dominicana.

En América 32 países están preparados para realizar los análisis de detección del virus y trabajan con los equipos locales de la OPS.

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Sin embargo, la organización anunció que enviará la próxima semana un equipo especial a las naciones con los sistemas de salud más vulnerables, que incluyen también a Guyana, Honduras, Guatemala y Paraguay. Esos expertos acudirán más adelante al resto de los países.

“Los países con sistemas sanitarios más débiles tienen más riesgos para detectar casos más temprano y atenderlos luego”, dijo Etienne. “Estaremos en el terreno para evaluar la situación”.

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Remarcó, no obstante, que en general los países de Latinoamérica están mejor preparados para responder al coronavirus que hace 10 años porque ya enfrentaron a la influenza H1N1 y al virus del zika.

“No están comenzando de cero”, manifestó.

Etienne dijo que uno de los desafíos es encontrar el equilibrio en algunos países que ya están destinando esfuerzos a otras epidemias como el dengue o se enfrentarán con la influenza estacional.

De acuerdo con los últimos datos oficiales a nivel mundial hay más de 101 000 contagiados y más de 3400 fallecidos. (I)

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