Dos pedidos de disculpas y un lamento son el resultado de las declaraciones realizadas por el presidente Lenín Moreno sobre temas relacionados con niños, mujeres y médicos en lo que va de su mandato.

Las declaraciones se han realizado de manera verbal y en público, pero los pedidos de disculpas se han hecho por escrito y en su cuenta oficial de Twitter, @Lenin. Todos, tras el reclamo, también a través de redes, de los grupos u organizaciones que se han sentido aludidos.

El primer pronunciamiento de Moreno ocurrió el 27 de abril del 2018, en la III Cumbre Mundial de Regiones sobre Seguridad y Soberanía Alimentaria Hambre Cero, en Cuenca.

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Allí, el mandatario dijo: “Cuando a ti te comunican que tienes cáncer, es posible que el único que se alegre sea el médico, perdónenme, no todos”, que es posible que la familia gaste hasta el último centavo en el tratamiento y que, al final, el médico cambia de carro”.

Inmediatamente, la Federación Médica Ecuatoriana (FME) reaccionó. El 1 de mayo le pidió al mandatario asesorarse en temas de salud, antes de hablar en público. Para el 3 de mayo, Moreno dijo: “Siempre he manifestado que la crítica nos permite mejorar. Presento disculpas por mis desafortunadas declaraciones...”.

Las disculpas fueron aceptadas por la FME, pero los médicos advirtieron que estarán vigilantes para que no se repitan los “maltratos” del Gobierno anterior y, si bien no realizaron marchas, sí colgaron sus mandiles como protesta.

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El 1 de agosto, cerca de Quito, el presidente asistió al evento Acompañando el crecimiento de las familias, y durante su discurso, al hablar de emprendimiento, puso como ejemplo a un niño, “un monito”, dijo (aclaró que no usaba el término despectivamente), de Guayaquil que vende en la calle.

La declaración provocó la reacción de organizaciones y hasta asambleístas que señalaron que el presidente hablaba de trabajo infantil.

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Dos días después, el presidente lamentó su pronunciamiento: “Los niños nacen para ser felices. Lamento si el símil con el niño costeño no expresó mi admiración por el tesón de un pueblo que surge sin robar nada a nadie...”.

La última intervención se produjo en enero, en un encuentro de empresarios, en Guayaquil. Moreno dijo que los hombres están “sometidos, permanentemente, al peligro de que nos acusen de acoso” y que “a veces ve que se ensañan con aquellas personas feas”.

El mismo día se disculpó. “En mi comentario sobre el acoso, no pretendí minimizar un asunto tan grave como la violencia o los abusos. Me disculpo si se entendió así. ¡Rechazo la violencia contra la mujer en todas sus formas!”, dijo.

Pablo Ruiz Aguirre, analista político y catedrático de la Universidad Internacional del Ecuador, señala que el gran problema es que el presidente no tiene una línea discursiva marcada, improvisa y eso le resta legitimidad.

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Verónica Poveda, consultora de la agencia Conceptum, dice que la espontaneidad per se no debe ser juzgada, pero cuando los mensajes generan controversia sí deben dejar una lección sobre la necesidad de preparar los discursos. (I)