El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se reunió el jueves con el papa Francisco en el Vaticano, recibió la bendición papal y dijo que analizaron las perspectivas para un “mundo más justo y fraternal”.

La reunión duró cerca de una hora y no fue divulgado un comunicado oficial por parte de la Santa Sede debido a su carácter privado.

"La razón de mi visita es hablar con el papa del asunto de las desigualdades y de la defensa de una buena política para el medioambiente", explicó Lula en declaraciones a la prensa en la sede romana del mayor sindicato italiano CGIL, donde fue acogido por un nutrido grupo de representantes y líderes sindicales italianos.

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"Todo el mundo sabe que el mundo está cada vez mas afectado por las desigualdades. En la mayoría de los países los trabajadores están perdiendo sus derechos. Las conquistas alcanzadas se están perdiendo por culpa de los intereses financieros", lamentó Lula.

Para poder asistir a la cita concedida por el pontífice argentino, sumamente sensible a los temas sociales y ecológicos, el expresidente brasileño pidió a los jueces que se aplazara el interrogatorio previsto en Brasilia para el 11 de febrero, lo que le fue concedido.

Encontro com o Papa Francisco para conversar sobre um mundo mais justo e fraterno. Foto: Ricardo Stuckert pic.twitter.com/5JAShEvSid

Lula publicó fotos del encuentro en sus cuentas de Twitter y Facebook junto con una breve declaración sobre el contenido de la conversación. El Vaticano no hizo declaraciones y ni siquiera incluyó la audiencia, que duró una hora, en la agenda oficial del pontífice el jueves.

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El expresidente quedó en libertad en noviembre después de 19 meses en prisión, cuando el Supremo Tribunal Federal de Brasil sentenció que una persona sólo puede ser encarcelada una vez que se hayan agotado todas las instancias de apelación. Ese mismo mes, el tribunal ratificó la condena por corrupción y determinó que había que añadirle cuatro años más a la sentencia, para un total de 17.

Lula, quien gobernó Brasil de 2003 a 2010, niega haber hecho nada ilegal y sostiene que las acusaciones obedecen a motivaciones políticas.

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Eludió tema de sacerdotes casados

La víspera, Francisco dio a conocer un importante documento sobre la Amazonía, en el que denunció la destrucción del bosque tropical y la explotación de los pueblos indígenas.

El mandatario brasileño Jair Bolsonaro, un conservador que ha sido criticado por incrementar la tala y la actividad minera en la Amazonía, se refirió a las afirmaciones que hizo el pontífice en su documento de que la selva les pertenece a todos. (I)