Rocío San Miguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, especialista en temas militares, en una entrevista por vía telefónica a este Diario, advierte los riesgos de incorporar las milicias a la Fuerza Armada. Es un cuerpo altamente ideologizado, al que la mayoría entra para acceder a los programas sociales, dice.

¿Qué implica la incorporación de las milicias a la Fuerza Armada?
El problema fundamental de esta ley y que ha sido aprobada al margen de la Constitución es que convierte a la llamada Milicia Nacional Bolivariana en el quinto componente de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela. Desde su activación en 2005, cuando originalmente se le llamó reserva, para luego pasar a tener diferentes denominaciones en las distintas y sucesivas reformas legales, la milicia nunca se asumió como un componente de la Fuerza Armada Nacional, incluso el 2 de diciembre de 2007, cuando Hugo Chávez presenta la reforma constitucional, es rechazada esta reforma y allí estaba incluida la idea que ahora aprueba la Asamblea Nacional Constituyente... La Constitución venezolana solo contempla cuatro componentes el Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional Bolivariana... Es la sexta reforma a la Ley Orgánica de la Armada en quince años, y este paso va a significar claramente que comience a dotarse a este quinto componente de las armas de la República.

¿Cuáles son los riesgos?
Los peligros son muchos. El primero de ellos es que es un cuerpo armado al margen de la Constitución. Es un cuerpo altamente ideologizado, un cuerpo en el que ingresan las personas voluntariamente y muchas de ellas, la mayoría, para acceder a los programas sociales. Otro punto es que en Venezuela no existe control de armas legales, es decir, la población no sabe de manera transparente ni existe control democrático sobre las armas y municiones legales del país y sabemos de la problemática de tráfico de armas y municiones ilegales en Venezuela, todo lo que abre un compás enorme para que estos grupos armados de carácter ilegal y muchos de ellos se inserten y contribuyan a este tráfico.
Esto va a contribuir también en sí mismo a la desprofesionalización de la Fuerza Armada y, por supuesto, a saturar el esquema de seguridad social, que ya es deficitario en la Fuerza Armada Nacional. En estos momentos hay una proporción de 200 ciudadanos por cada militar en Venezuela. Contamos con una fuerza armada de unos 140 000 efectivos. La propuesta que hace (Nicolás) Maduro es la de elevar la Milicia Nacional Bolivariana a 4 millones. Es una plantilla burocrática de carácter electoral, pero armada, y allí pasaríamos a una proporción de 7 venezolanos por cada militar en Venezuela.

Publicidad

¿En Venezuela hay varios grupos armados?
El problema está en que en Venezuela han proliferado los grupos armados al margen de la ley, entre ellos los colectivos armados, los paramilitares, las guerrillas extranjeras que cada vez aumentan su pie de fuerza en el territorio nacional, el ELN, las FARC y las propias guerrillas autóctonas. Venezuela ya tiene un problema de grupos de armados al margen de la ley que no ha sido capaz de controlar la Fuerza Armada Nacional y ahora se abre una compuerta para incorporar a 4 millones de milicianos y dotarlos de las armas del país.

¿Hay alguna estimación de cuántas armas circulan en el país?
No, hay cifras que van de lo inverosímil a lo poco científicamente estimable. En el año 2005, la vocería del Estado señaló que existían 6 millones de armas ilegales. En el año 2010, también la vocería del Estado señaló que existían 12 millones de armas ilegales. La verdad es que es difícil cuantificar esto porque nunca ha existido una metodología que permita cuantificar cuántas armas y municiones ilegales existen en Venezuela.

Con la presencia de todos estos grupos armados ¿qué le espera a Venezuela?
El problema que hay en este momento respecto a los grupos armados al margen de la ley, es la activación de circuitos importantes de economías ilegales. Teníamos mecanismos de economía tradicional ilegal como el narcotráfico, el secuestro, que formaban parte del conjunto de mecanismos de economía ilegal en los cuales se movían estos grupos armados al margen de la ley.
Sin embargo, desde la activación de mecanismos perversos de subsidio en el Estado, pero también desde la activación del arco minero del Orinoco, ha habido una explosión de actividades asociadas a la economía ilegal. Estamos hablando del tráfico de minerales, el tráfico de alimentos, el tráfico de combustible, el tráfico de personas, el tráfico de armas y municiones que se suman a las ya tradicionales rutas de economía ilegal. Nosotros en control ciudadano hemos hecho un trabajo colectivo de 15 rutas de economía ilegal que existen en Venezuela y algunas que están produciendo y que están actualmente vinculadas a grupos ilegales al margen de la ley.
El peligro es que son tan rentables que estos grupos tenderán a volverse autónomos en el tiempo, en la posibilidad de sus ingresos y, por supuesto, es mucho más peligroso... Las economías ilegales siempre están protegidas por armas y municiones ilegales y el peligro de esto es ya una realidad en Venezuela, el ELN y las FARC volvieron a quedarse en Venezuela, han cruzado la frontera y han venido a quedarse y se disputan el control de las economías ilegales del país.

Publicidad

¿Venezuela prácticamente se ve impotente ante el avance de estos grupos?
Totalmente. Venezuela además tiene una condición geográfica que poco ayuda en ese sentido, tenemos límites internacionales con 14 estados y tenemos probablemente la segunda frontera viva más importante de todo el hemisferio después de la de México y Estados Unidos. Se ve impotente frente a la posibilidad de ejercer control sobre la actuación de estos grupos armados al margen de la ley.

¿El chavismo se va a reforzar más con estos grupos?
Sin duda se va a reforzar, las milicias en esas labores de inteligencia social y con esta ley van a profundizar estas labores y el peligro de la milicia también es que cambian de cachucha y pueden transferirse entre la actuación que desarrollan como miliciano o la actuación que desarrollan en espacios ilegales, como el de pertenecer también en simultáneo a grupos armados al margen de la ley. Es decir, no hay tranquilidad para el pueblo venezolano con el uso partidizado e ideologizado que se ha hecho de la milicia desde su nacimiento, cuyo lema además es la defensa de la nación.

Publicidad

Con estos escenarios, ¿cuál cree que es el objetivo de Maduro?
El objetivo del modelo revolucionario, del llamado bolivarianismo del siglo XXI, es el de perpetuarse en el poder, más allá de Chávez, Maduro encarna claramente esa orientación y modelo hegemónico autoritario que aspira a perpetuarse en el poder sin alternabilidad democrática sin control democrático. Es decir, el concepto de gobierno perpetuo. (I)