Falta de objetividad y claridad es lo que observa el canciller José Valencia en el informe que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió respecto de las movilizaciones y paralización ocurridas en Ecuador entre el 3 y el 13 de octubre del año pasado.

Valencia expresó que si bien una parte del informe menciona la situación de violencia, agresividad y caos que vivió la sociedad ecuatoriana como nunca antes, la Comisión debió haber hecho estas referencias del contexto de una forma mucho más clara y objetiva.

“Vemos que no hay una objetividad adecuada por parte de la Comisión; un texto que se centra, por ejemplo, en la versión de algunas personas que fueron entrevistadas por la Comisión, pero no de todas las personas entrevistadas por la Comisión”, dijo el canciller.

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Por ejemplo, no hay adecuada información sobre el secuestro de unos 400 miembros de la Fuerza Pública. “Creo que una verdadera representación de lo que ocurrió en octubre explica los hechos en circunstancias que debió actuar bajo gran presión la fuerza del orden para mantener la paz social y garantizar los derechos de los ecuatorianos... no hay un solo herido de bala...”, agregó.

Valencia dijo que se atenderán las recomendaciones factibles de implementar y, en otras, que se pedirá a la CIDH abundar en información.

En tanto, el defensor del Pueblo, Freddy Carrión, señaló que el Gobierno tiene que rectificar y analizar lo suscitado, emprender acciones que impidan que haya un uso de fuerza excesivo, como lo señala la CIDH.

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“La policía no podía haber hecho ese uso excesivo que generó muertes y lesiones permanentes... el informe (de la CIDH) es bastante contundente y claro, es la responsabilidad del Estado a la hora de hacer uso de esa fuerza”, agregó el defensor.

(El uso excesivo de la fuerza) es una apreciación del informe de la CIDH que encontramos absolutamente subjetiva, porque no examina el contexto de las manifestaciones”.José Valencia, canciller

(I)