Durante la Nochevieja o víspera de Año Nuevo muchos recordarán lo que les pasó durante los 365 días (salvo que sea año bisiesto, como lo será el 2020), y querrán olvidar lo malo o evitar que esas situaciones se repitan. Por ello, algunos supersticiosos recurrirán a las cábalas, con el objetivo de que en el nuevo año les vaya mucho mejor en el trabajo, proyectos, dinero, amor, y a nivel general. Seguir estas pautas no necesariamente significa que se vayan a cumplir, sin embargo le ponen sabor al momento de recibir el nuevo año.

Paliza y hoguera

Una de las cábalas más comunes es la paliza que recibe el año viejo o monigote elegido para arder en la hoguera. Algunos quizá decidan no golpear al muñeco al considerar que el año que terminó no fue tan malo y mejor es dejarlo ir de una forma tranquila. Otros, en cambio, para 'castigar' todo lo malo que les dejó el año que termina golpean el monigote hasta el punto de hacerlo pedazos antes de lanzarlo a las llamas, y claro, con decenas de peligrosos petardos -una acción no recomendable, debido a los riesgos que representa la pirotecnia- para no dejar rastro de la existencia del año pasado. Además, ha crecido la cábala de escribir en un papel las situaciones tristes que ocurrieron para quemarlas con el año viejo.

Caridad y viudas

Con el monigote además vienen los pedidos de 'caridad para el viejo'. En los barrios generalmente los suburbanos, algunos niños y jóvenes se lanzarán a las calles muchas horas antes de la quema para pedir limosna a transeúntes y conductores antes de despedir el año. Esta más bien no es una cábala sino una estrategia para conseguir recursos para comprar fosforitos, camaretas o combustible para quemar al monigote.

Publicidad

Los pequeños no serán los únicos que se decantan por esta práctica, pues los más grandecitos también lo hacen, aunque de una forma más teatral: disfrazándose de viudas. Algunos hombres ataviados con vestidos negros y sensuales, fingiendo llanto o mostrándose coquetos, muchas veces exagerando la fisonomía femenina, también se tomarán algunas vías para pedir dinero a los conductores para "su viejo que ya se va". Esta acción es tomada por algunos como cómica, mientras que a otros no les causa mucho agrado.

Uvas y el reloj

Otra cábala que se ha arraigado en los ecuatorianos es el consumo de uvas, doce específicamente, una por cada mes del año que viene, acompañada de las doce campanadas y pidiendo un deseo con cada una. Esta tradición llegó a América Latina desde España y supuestamente se da para tener doce meses de buena suerte y prosperidad. Se han dado dos teorías acerca de sus orígenes: la primera que surgió en la década del 80, en la clase burguesa española, imitando a la francesa, que comenzó a celebrar Nochevieja comiendo uvas y tomando champán. La otra indica que en 1909 se dio una cosecha excedente de uvas blancas en Alicante, en el sureste de España; este excedente fue comercializado como 'uvas de la buena suerte'.

Calzado y maletas

La buena suerte también se busca a través de los zapatos. La técnica consiste en poner un billete, generalmente de alta denominación, en el calzado derecho durante la medianoche para lograr prosperidad económica en el año que viene. Los que tienen más agilidad a medianoche además deciden tomar una maleta y corren alrededor de la cuadra con el objetivo de que el próximo año se cumplan los viajes que desean.

Publicidad

Amarillo y rojo

También existe una forma muy particular con la que algunos llaman a la fortuna. El uso de ropa interior amarilla para recibir al nuevo año es una cábala que ha ganado muchos adeptos. En los últimos días de diciembre no hay comercio de ropa que se resista a exhibir en sus perchas y vitrinas este tono en pantis y brasieres para las mujeres, así como en bóxeres y calzoncillos para los caballeros. En tanto que para atraer al amor existe la ropa interior de color rojo. (I)