Franklin Mariño aseguró que como abuelo de Samuel Mariño, de 2 años, sintió bastante satisfacción al ver que a tan corta edad comience a saber de lo que son las costumbres que en esta época se mantienen desde los antepasados. Aquello manifestó al referirse al show de comida navideña que se desarrolló este domingo en el centro infantil Romina 2, en Ambato.

“En nuestros tiempos los agasajos en las escuelitas se hacían con una funda de caramelos y un juguetito, pero qué bueno que ahora también se haga con la degustación de platos tradicionales de la época navideña que además sirve para integrar a la familia alrededor de los más pequeños, porque los padres les ayudan a preparar y para servirnos llegamos incluso los abuelos”, aseguró.

Agregó que tal como se lo hacía con sus padres y abuelos, en esta oportunidad también se compartió en familia los tradicionales buñuelos, quimbolitos, tamales, arroz navideño y otros platos propios de la época.

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“Esperemos que estas actividades sigan fortaleciéndose transmitiendo las costumbres como se hacían de padres a hijos, para que esto no se pierda”, agregó el abuelo.

También, Mery López, madre de Damián Loayza (2), dijo que es muy importante que se desarrollen actividades que permitan mantener las tradiciones que vienen desde los antepasados y consideró vital que se lo haga desde niños para que así conozcan lo que es parte de la cultura gastronómica local.

“Es trascendental no dejar que estas tradiciones mueran a través del tiempo porque las nuevas generaciones dejan a un lado lo que es propio de nuestra identidad y cultura porque además les enseña a compartir en familia, porque para verles a los más pequeños incluso llegan parientes que no viven en Ambato, como en el caso de mi hijo que vinieron los abuelos desde el Puyo”, dijo ella.

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Sofía García, directora del centro infantil Romina, recordó que entre los proyectos que desarrolla el plantel tiene el show de la comida navideña que tiene como finalidad poner en práctica la misión de formar a los más pequeños con valores como la solidaridad y el compartir en familia.

Argumentó que además es importante que, al niño, al nuevo adolescente, joven y adulto, se le inserte para que sepa que es parte de una costumbre y cultura gastronómica el saber de la preparación de los bocados y platillos típicos que se los trabaja con ellos en la cocina infantil de los talleres diarios, lo que hace que vayan desde temprana edad amando las tradiciones locales y que sirven para unir a las familias.

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Dijo que en el centro de educación inicial están alrededor de 25 infantes de tres meses a cuatro años de edad, pero que los que se involucran en el taller de la cocina infantil es a partir del año. (I)

Es trascendental no dejar que estas tradiciones mueran... además (a los niños) se les enseña a compartir en familia, porque para verles a los más pequeños incluso llegan parientes que no viven en Ambato”. Mery López, madre de familia.