Pese a que logró el poder con la consigna de ser el hombre común que los argentinos quieren como presidente, Alberto Fernández, de 60 años, el presidente electo de Argentina para los próximos cuatro años, dista bastante de ser un hombre convencional.

Un hijo drag queen, una novia 22 años menor y Dylan, un perro con cuenta en Instagram de más de 100 000 seguidores, forman la inusual familia del peronista, quien además arriba al poder rompiendo los estereotipos de los últimos presidentes, convirtiéndose en el primer divorciado que asumirá el cargo desde 1930, según El País.

La llegada de Fernández al poder ocurre en medio de una inestabilidad y crisis económica que vive el país, de más de 44 millones de habitantes, en el que los mercados y los propios argentinos han expresado sus dudas respecto a la influencia que Cristina Fernández, la vicepresidenta electa, tendrá en el Gobierno que se inicia el 10 de diciembre, publicó France 24.

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Lejos del clima de crisis del país, el mandatario electo también es noticia por el rol que jugará su novia, la actriz y periodista de 38 años Fabiola Yañez, con quien mantiene una relación desde hace cinco años y se desconoce si asumirá como primera dama.

Yáñez, desde el resultado de las elecciones primarias que apuntaron a Fernández como el virtual ganador, inició un proceso de reperfilamiento en su Instagram, con 64000 seguidores, en la que se muestra involucrada en acciones sociales con niños.

“A la semana de la nominación fue impresionante cómo se le acercaba la gente para plantearle sus demandas y apoyarlo, ahí entendí que esta era nuestra nueva realidad... y que era necesario que lo ayudara... trabajando a favor de quienes en este momento están pasando mucha necesidad”, dijo Yáñez a El Cronista.

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En la vida de Fernández un papel importante también juega Estanislao, su hijo de 24 años, quien es un drag queen conocido en el mundo cultural como Dyhzy, un activista de la comunidad gay en Twitter, cuenta en la que tiene más de 200 000 seguidores.

Estanislao ganó fama al popularizar en Argentina el transformismo a través de sus redes sociales, en las que publica imágenes vestido de artistas famosas o de personajes de cómics.

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“Mi hijo es uno de los tipos más creativos que vi en mi vida. Cuando entró en el mundo del cómic y en el anime japonés comenzó a disfrazarse... ha participado en las últimas tres Comic-Con en EE. UU.”, dijo Fernández a una radio local.

El mandatario electo ha hecho hincapié en que su hijo, además de su faceta artística, tiene una vida normal. “Trabaja en una compañía de seguros y vive con su novia Natalia Leone”.

Otro de los miembros del clan presidencial es Dylan, la mascota de Fernández, un perro de raza collie bautizado en honor al músico estadounidense Bob Dylan.

La mascota se volvió popular durante la campaña por las publicaciones, en su propia cuenta de Instagram, de fotos y videos de momentos que comparte con Fernández, quien tiene 859 mil seguidores en esa red y 688 mil en Twitter. Hace menos de un mes, otra mascota se sumó a la familia del peronista, se trata de Prócer, el hijo de su perro Dylan, quien ya está ganando fama en las redes sociales.

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Apasionado del rock, el presidente entrante tiene en su casa colecciones de ese género, varias guitarras y dos pianos.

Patrimonio declarado

Fernández, quien había dicho que no tolerará la corrupción en su gobierno, vive en un lujoso departamento de Puerto Madero, que dijo es prestado por un amigo. Un alquiler costaría entre 1500 y 2000 dólares por mes, publicó La Nación.

Ante la Oficina Anticorrupción Fernández declaró un patrimonio por 3 millones de pesos (unos 50 mil dólares).

Un vehículo Toyota sedan, modelo Corolla 2016, depósitos en pesos, deudas que superan los 400 mil pesos (unos 6 600 dólares), son parte de lo declarado, según recogió el diario argentino Clarín.

Cristina Fernández, con doce procesos judiciales, cinco de ellos con órdenes de prisión preventiva, por casos relacionados con corrupción, ha declarado un patrimonio por un monto similar al del nuevo presidente.

En los 2.9 millones de pesos, se registra un aumento de 800.000 pesos en un año, según Clarín. Dicho monto dista de los 77 millones de pesos ( alrededor de 1.2 millones de dólares al cambio actual) que declaró la exmandataria al dejar el poder en 2015. Incluso declara tener menos bienes de las que admitió tener cuando llegó al poder junto a Néstor Kirchner.(I)