Respecto al comunicado de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de la (OACDH), en la que se pide a Ecuador que investigue el posible uso desproporcionado de la fuerza en las manifestaciones de octubre, el canciller José Valencia respondió formalmente a la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, que el comunicado de esta organización internacional no refleja su real dimensión el contexto de violencia que se vivió en el país y su impacto social.

Aunque días atrás Valencia había aclarado que el informe de la OACDH no es final, en la respuesta oficial el canciller señala que el comunicado tiene apreciaciones subjetivas, observa "algunos" manifestantes que recurrieron a la violencia con actos como saqueos, cuando en realidad fueron centenares de atacantes que actuaron de una manera concertada, con tácticas de guerrilla urbana y evidente premeditación

"Pone un desmesurado acento en los supuestos excesos de la fuerza pública, mientras muy de paso describe el gran daño causado por los manifestantes a personas y bienes públicos y privados, o la virulencia de los disturbios, que provocaron terribles efectos", expresa Valencia.

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Además, el Estado ecuatoriano sostiene que la fuerza pública ecuatoriana actuó dentro del marco de la ley y no usó armas letales, se muestra sorprendido y rechaza el pedido de la Alta Comisionada de que las autoridades ‘se abstengan de hacer declaraciones o cualquier otra acción que estigmatice a los pueblos indígenas y a los extranjeros’.

Esto, porque la política del gobierno con estos sectores ha dado muestras de apertura como devolver a la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) su sede, dar amnistía a 48 líderes indígenas apresado en el anterior gobierno, restablecer el Programa de Educación Bilingüe y acoger casi 400 mil ciudadanos venezolanos que huían de la crisis en su país, a quienes se está regularizando en su condición migratoria en colaboración con las Naciones Unidas.

Acusar de estigmatización a un Gobierno como el del presidente Moreno es una apreciación injusta y que a todas luces no se corresponde con la realidad”, agregó el canciller. (I)