Ya son tres semanas desde que la asambleísta Gabriela Rivadeneira  ingresó a la embajada mexicana en Quito para ser protegida y resguardada por  el gobierno mexicano. Dos días después de su ingreso también lo hicieron los asambleístas nacionales Soledad Buendía y Carlos Viteri, así como también al alterno Luis Fernando Molina y sus cónyuges.

"Nuestro país reitera su compromiso con el respeto, protección y promoción de los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su afinidad política", dijo la Secretaría de Relaciones Exteriores de México en un comunicado el pasado 14 de octubre.

Pese a no tener algún pronunciamiento por parte del Gobierno mexicano sobre el otorgamiento de un asilo, los cuatro asambleístas permanecen en el lugar. Rivadeneira solicitó el asilo político desde hace varios meses atrás.

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Durante las protestas de octubre pasado, el presidente Lenín Moreno mencionó a Gabriela Rivadeneira y otros integrantes de Alianza PAIS por ser quienes estarían detrás de un intento de desestabilizar al Gobierno Nacional. 

Una vez que exista una respuesta sobre una solicitud de asilo debidamente justificada se puede solicitar un salvoconducto, explica el abogado constitucionalista Jorge Suquilanda.

"El salvoconducto es el instrumento para que puedan trasladarse de la embajada al aeropuerto, del aeropuerto sin ningún problema... Ellos tienen que justificar que son perseguidos políticos", aclaró el legista y añadió que lo emite el gobierno local.

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La experta en derecho internacional Miriam Estrada aclara que el salvoconducto es un derecho concedido y que Ecuador lo ha aceptado mucho antes de que este tipo de situaciones ocurra.

"El derecho internacional determina que esa persona estando bajo la protección de otro estado recibe el salvoconducto para dirigirse al lugar donde ha sido aceptada", precisa Estrada.

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Los expertos señalan que una vez otorgado el asilo, México debe solicitar el salvoconducto a Ecuador para que ellos puedan desplazarse. Sin embargo, no siempre se da. "No es que no pueda hacerlo, legalmente puede optar por no cumplir con esa obligación... No hay orden de detención para estas personas por lo que Ecuador no tendría por qué no dar con este salvoconducto", dice Estrada.

Durante la estancia de Julian Assange en la embajada ecuatoriana en Londres, Reino Unido negó un salvoconducto para que el fundador de Wikileaks pueda viajar a Ecuador. 

Assange fue investigado  en Suecia por dos delitos sexuales y se refugió en la embajada ecuatoriana.

En 2016, tampoco se otorgó un salvoconducto al expresidente Abdalá Bucaram Ortiz para asistir al funeral de su hermano.  En esa oportunidad, la Cancillería ecuatoriana aclaró que la figura no era aplicable en el caso del exmandatario ya que este no le daba inmunidad ni le eximía de las eventuales responsabilidades judiciales al solicitante, quien presenta problemas con la justicia. (I)

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