Las 40 millas náuticas protegidas de la reserva natural manejada por el Parque Nacional Galápagos (PNG) han sido blanco de pesca ilegal y de tráfico de especies. La Armada, encargada mediante un convenio de controlar esa zona, no se abastece, dice el comandante Carlos Breilh, subdirector de la Dirección Nacional de Espacios Acuáticos (Dirnea).

“No existe un marino permanente que esté controlando (el zarpe de barcos comerciales)”, confirma Érick Morán, jefe del área de Gente de Mar y Pesca de la Dirnea, quien junto con Álex Bernal, jefe de Seguridad Hidrocarburífera, acompañaron al comandante Breilh en una entrevista con este Diario.

Morán revela que antes de que zarpen las embarcaciones a Guayaquil se debe pasar nuevamente una inspección, sin embargo, asegura que ahí ya no revisa el PNG ni el resto de instituciones que sí lo hacen cuando el barco llega. “Es la Capitanía del puerto la que hace el control”, precisa.

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“Toda embarcación artesanal tiene un zarpe vigente por 30 días, en esos 30 días esa embarcación menor puede entrar y salir (sin chequeo)”, agrega Bernal.

En Galápagos, según una investigación de la Fiscalía, operaba una red que traficaba con tortugas, las que salían del archipiélago ocultas en la bodega del ancla de los barcos a Guayaquil y de ahí a Perú y a China (Ver investigación realizada por este Diario).

El comandante Breilh aborda la problemática que enfrentan por la falta de recursos y tecnología, lo que incide en la reducción de inspecciones.

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En el 2016 hubo 10 000 revisiones y 6500 en 2018, según el PNG.

Más que todo debe ser por la capacidad operativa de las unidades (del PNG). Los recursos a veces están escasos en las instituciones públicas y se daña una embarcación porque sus motores necesitan que se les haga mantenimiento y no hay el recurso económico en qué pararse.

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¿La reducción fue del 37 %, por una sola lancha?

Digamos que tengan diez lanchas y esas lanchas están patrullando, así como las nuestras, permanentemente. Tienen que pararse un rato para darles mantenimiento, de pronto no hay un repuesto y se para la unidad” (este Diario no recibió una respuesta del PNG sobre esa reducción) .

¿Eso ocurre también en la Armada?

Eso sucede... Nosotros colaboramos con el personal.

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¿Necesitan más lanchas, equipos?

Los recursos son escasos y sí necesitaríamos en todo, personal, medios, inteligencia, y todo eso se transforma en recursos económicos.

¿Han pedido al Gobierno?

Permanentemente lo estamos haciendo. Aquí hay otras cosas, porque podemos poner la necesidad de esos controles, vemos la necesidad de contratar el sistema de monitoreo satelital, pero necesitamos que los dueños de las embarcaciones compren su aditamento. Entonces vienen los gremios y dicen ‘sabe qué, muy caro’ y no compran.

¿Hay un marino presente en la revisión?

Todo dentro de sus competencias. Cuando un buque arriba está el marino para las cuestiones estatutarias, está el de migración, está el de salud. Están los del parque Galápagos para lo que es especies, la ABG (Agencia de Regulación y Control de la Bioseguridad y Cuarentena para Galápagos) para ver si llevan especies que quieran ingresar a las islas. A la Marina le corresponde la autoridad marítima, que el barco navegue seguro.

¿Y cuando el buque está por zarpar a Guayaquil?

La Marina inspecciona dentro de su competencia: dotación mínima, implementos de seguridad...

¿Y revisan la carga?

No, eso no es competencia de la Marina. La Marina se encarga de la seguridad de la vida humana en el mar.

No, eso no es competencia de la Marina (realizar las inspecciones de la mercancía de la embarcación). La Marina se encarga de la seguridad de la vida humana en el mar”.

Hay que evaluar los procesos de control para evitar el tráfico de especies.

Creo que sí. Otras entidades que tengan que hacer su control.

¿Cómo controlar a las embarcaciones?

Sería desde los sitios de origen de las especies. Yo he estado en Isabela, en el criadero de especies. Desde ahí, porque una vez que usted puede llevar en su mochila y pasa el control. El control de las personas que tienen acceso a los criaderos, que es netamente trabajo de ellos (parque). Y el control en el embarcadero es medio complicado, controlarle a 20, 30 personas que se están embarcando uno por uno... Distinto es el control en el aeropuerto. Usted tiene un escáner. En el muelle cómo escaneo un contenedor, es medio complicado”.

Un pescador detenido y dos aprehensiones pendientes, por caso de tortugas

¡ATENCIÓN! Juez dicta prisión preventiva en contra del pescador Gustavo F. G. "por presunta participación" en robo de 119 tortugas de centro de crianza de #Galápagos.

Tras el robo de tortugas del Parque Nacional Galápagos (PNG) en septiembre del 2018, autoridades de esta institución presentaron denuncias en la Fiscalía. Una de las querellas motivó la investigación de un supuesto delito de asociación ilícita, que no tuvo resultados: el último fiscal a cargo, Modesto Freire, no acusó a los dos guardaparques procesados “al no existir suficientes elementos de convicción”, pese a que el anterior fiscal, Errol Elizalde, consideró su responsabilidad.

En cambio, la investigación por el supuesto delito contra la flora y fauna, que estaba en etapa de indagación hace un año y que no registraba detenidos, pasó a la fase de instrucción dos semanas después de una publicación de este Diario sobre el mecanismo usado por una red de tráfico de fauna para sacar especies de las islas. El 28 de septiembre, el juez Milton Bojorque dictó prisión preventiva en contra del pescador Gustavo F. G. Hay dos aprehensiones pendientes. (I)