Rosendo Maldonado desde hace 41 años atendía el supermercado El Luchador, el primero del Guasmo, que funcionaba hasta el pasado jueves en la cooperativa Proletarios sin Tierra.

Ahí, el hombre de 67 años no solo tenía comida, vendía ropa, zapatos, artículos de bazar e incluso electrodomésticos. Todo fue arrasado por un grupo de al menos 50 hombres que saqueó el local esquinero y golpeó a sus familiares cuando intentaron impedir el ingreso de los delincuentes.

Hoy las puertas del negocio permanecen cerradas. Maldonado selló con concreto las puerta enrollables que fueron destruidas por los saqueadores que no solo se robaron los productos, sino también destruyeron vitrinas y refrigeradores e incluso se llevaron una fotocopiadora.

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“Solo quedó un calendario”, decía este miércoles una hermana de Rosendo, quien tiene problemas con su presión arterial por lo que acudió a un chequeo médico y se realizó un electrocardiograma.

A pesar de que lo perdió todo, el hombre se siente algo aliviado, pues es probable que reciba un crédito para levantar su negocio. Un funcionario de BanEcuador se puso en contacto con él y le aseguró que le darían facilidades de pago y una tasa de interés baja.

Pero su familia cuenta que está endeudada con los proveedores debido a que ya se había abastecido para las fiestas de Navidad. Había comprado ropa, zapatos y adornos. “Debe unos $ 6.000 a los proveedores”, mencionó otra de sus hermanas.

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Maldonado calcula que los saqueadores se llevaron unos $ 300.000 en mercadería y espera poder reabrir su negocio con la ayuda de su esposa y sus dos hijos.

Una familia en Las Malvinas corrió la misma suerte de Maldonado. Su tienda fue saqueada la noche del lunes. Ellos este miércoles organizaban a puerta cerrada su local en el que laboran desde hace cinco años y del que los ladrones se llevaron unos 300 quintales de arroz.

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Uno de los miembros de la familia comentó que se robaron también unos 5.000 dólares en efectivo y otros productos, principalmente latas de atún.

El jefe de familia dijo temer a los delincuentes que ingresaron a su negocio y apalearon a uno de sus hijos cuando intentaba sacar a los ladrones.

Los perjudicados mencionaron temer dar sus nombres, pues creen que sus propios vecinos fueron quienes los saquearon, y recordaron que cuando llegaron al local (viven a pocas cuadras), los ladrones se retiraron gracias a que un grupo de vecinos y compañeros indígenas los sacó con palos. 

“Minutos después regresaron a lanzarnos piedras porque decían que teníamos retenido a unos de ellos, pero aquí ya no había nadie. A mi hijo lo llevamos a que lo atiendan porque le habían partido la cabeza”, explicó el padre de familia, quien aseguró estar endeudado y espera también recibir un crédito para su negocio.(I)

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BanEcuador refinanciará negocios saqueados

Más de una docena de farmacias y supermercados han sido saqueados en la última semana durante las protestas. La misma suerte corrieron locales de electrodomésticos y tiendas en  Guayas. 

Algunos de los perjudicados están atendiendo de forma parcial a sus clientes, mientras refuerzan sus seguridades y contratan guardianía privada. 

Pero la mayoría de los locales permanecen con las puertas cerradas, otros sellaron con fierros y concreto las puertas enrollables que fueron forzadas por los delincuentes  hasta que se detenga la violencia. 

El vicepresidente Otto Sonnenholzner dijo ayer en cadena nacional que BanEcuador está visitando a todas las víctimas del vandalismo para refinanciarles sus negocios y ayudarlos a volver a la normalidad. Jorge Wated, presidente de la entidad financiera, publicó en su cuenta de Twitter:  “Tienen al Gobierno y a BanEcuador listos para ayudarlos, deben acercarse al Banco y hacernos saber de su incidente. Entendemos que no es solo lo robado, sino las deudas que quedan por la mercadería adquirida. Estamos a las órdenes para apoyarlos”.(I)