Con angustia e indignación, los familiares, la comunidad y la Policía buscan a la niña Jazmín Anahí Miranda Alanuca, una bebé de 2 años, quien fue secuestrada por una joven mujer la tarde del martes 6 de agosto, en un local comercial ubicado en el sector Pueblo Nuevo, en el sur de Quito.

De acuerdo con las versiones de testigos, esa tarde, como a las 15:00, Jazmín se encontraba en un local de servicio de Internet en el que trabaja su madre Paola, cuando de pronto, una mujer joven, tomó a la niña e inmediatamente se subió con la pequeña a un taxi que rápidamente desapareció del sector.

Una vez que Xavier Miranda, el padre de la menor, denunció el caso el Ministerio de Gobierno activó al día siguiente, el 7 de agosto, la Alerta Emilia, un protocolo de búsqueda temprana de niños, niñas y adolescentes en Ecuador. Esta alerta permite un gran despliegue de búsqueda con avisos en redes sociales.

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Además, el Distrito de Policía Quitumbe, del sur de la capital señala que se ha organizado para repartir volantes, pegar afiches y colocar algunas gigantografías en lugares estratégicos como el terminal terrestre, con el fin de contribuir a la búsqueda de la menor y a obtener alguna información.

Se indicó que todavía las unidades investigativas no han proporcionado ninguna pista por lo que se están llevando a cabo las indagaciones de manera reservada. Para ello cuentan con el relato de los testigos que esa tarde vieron cómo era llevada la niña. Un primer dato que al comienzo alentó a los familiares fue saber los números de las placas del taxi, pero una vez verificada esa numeración se constató que la placa no coincidía con los otros datos del propietario del automotor.

La Policía maneja la hipótesis de presunto secuestro, aunque a pesar de los ocho días transcurridos del caso, no se ha recibido ninguna solicitud de rescate o alguna condición para devolver a la bebé.

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Los datos que se están difundiendo, señalan que la pequeña mide 70 centímetros, tiene la piel trigueña, cabello corto negro, ojos negros y el día de su desaparición vestía un enterizo y zapatos color rosado.

Los vecinos de la desesperada familia Miranda Alanuca dicen encontrarse indignados por este acontecimiento, ya que una niña de dos años no ha hecho daño a nadie como para que tenga que sufrir una acción de esta naturaleza.

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"Es una bebé de 2 años cuatro meses. Es indefensa. ¿Cómo pueden hacerle eso? La amo. No sabemos qué hacer. Le pido a la sociedad que por favor me ayude con todo lo que puedan leer o escuchar", dice Xavier Miranda, el padre de Anahí. (I)