El sector productivo estuvo al vaivén de los gobiernos y sus políticas en estos cuarenta años de democracia. Es la mirada de Roberto Aspiazu, presidente ejecutivo del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE).

La dolarización –señala– fue un hito decisivo en la economía, que de alguna manera generó estabilidad, aunque afectó al sector exportador por la rigidez de precios. En los primeros 20 años de democracia, la inflación no permitía a los trabajadores estabilizar su capacidad adquisitiva; en cambio, ahora el consumo se fortalece con una capacidad de financiación importante.

En ello coincide el historiador económico Guillermo Arosemena, al señalar que la dolarización hizo posible comprar a plazos. Cree que la medida fue tardía y debió hacerse antes.

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En estos 40 años hubo un crecimiento de la economía, aunque dice que pudo ser mejor, pues en este periodo países con condiciones similares, como Colombia y Perú crecieron muchos más. “No se lo pudo hacer por la cantidad de malos gobiernos que hemos tenido”.

Caterina Costa, presidenta de la Cámara de Industrias de Guayaquil, lamenta que la falta de institucionalidad haya atentado contra el crecimiento del sector productivo. “En países europeos ni siquiera se sabe quién está a cargo del Ejecutivo y el país continúa, hay instituciones muy sólidas”, indica al criticar que “todas estas disputas de la democracia hace que como país nos haya tocado llegar tarde a algunas cosas, donde nuestros vecinos llegan antes”.

Sin embargo, destaca algunas decisiones positivas como la dolarización, la formalización del tema tributario con Elsa de Mena; los contribuyentes especiales y las retenciones en el gobierno de Rodrigo Borja, entre otros.

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Mientras, hay tareas pendientes, sobre todo en comercio internacional, explica Elizabeth Arroyo, profesora de la Universidad Católica, experta en Negocios Internacionales. Asegura que en una economía dolarizada, la capacidad de exportación es clave en un país. La oferta exportable se basa solo en 100 productos de los 6.000 que podríamos exportar, dice.

Ecuador aún mantiene balanzas comerciales negativas. Entre el 89 y 97 fueron positivas, pero en 1998 hubo números negativos (-995 millones. Para diciembre del 2018 cerró en - $ 514 millones. En el primer semestre del año, la cifra va en $ 110 millones. (I)