El gobierno de Japón aprobó este viernes retirar a Corea del Sur de su lista de países con estatus comercial preferencial. Seúl respondió convocando al embajador nipón para comunicarle que los surcoreanos ya no pueden considerar a Japón una nación amiga.

La decisión de expandir los controles sobre las exportaciones de productos delicados entrará en vigor el 28 de agosto. La medida se tomó después de la aprobación de un requerimiento anterior para que las exportaciones de compañías japonesas a Corea del Sur sean evaluadas caso por caso cuando se trate de tres materiales utilizados en semiconductores, smartphones y en otros dispositivos de alta tecnología, las principales exportaciones surcoreanas.

Corea del Sur era el único país asiático en la lista blanca. Revocar su estatus de privilegio significa que el país recibirá el mismo trato que otros países y territorios asiáticos, incluido Taiwán, dijo este viernes el secretario jefe del gabinete de Japón, Yoshihide Suga.

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“No es una prohibición comercial”, agregó.

El ministro japonés de Comercio, Hiroshige Seko, explicó que la decisión era necesaria para "llevar a cabo de forma apropiada los controles de exportación por motivos de seguridad nacional” y se basó en los “insuficientes” controles de exportación surcoreanos.

Avivando las crecientes tensiones entre las dos naciones vecinas, la iniciativa repercutirá al sector de la alta tecnología y las cadenas de suministro que ya se ven afectadas por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.

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La pérdida del estatus comercial preferencial se aplicará a docenas de productos más de una lista de artículos que podrían ser convertidos en armas. Esto se suma a los más de 200 bienes que requieren de inspecciones individuales antes de ser enviados al extranjero. Dejar de considerar a Corea del Sur un “país blanco” significa también que Tokio podría limitar las exportaciones de cualquier producto alegando motivos de seguridad nacional.

Antes de participar en una reunión de su gobierno para discutir las medidas japonesas, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, prometió una respuesta severa a la rebaja de su estatus comercial por parte de las autoridades niponas. La iniciativa era un intento de Tokio por contener el crecimiento económico surcoreano y dañar las cadenas de suministro globales, apuntó.

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Moon acusó además a Japón de tomar represalias tras las sentencias de tribunales surcoreanos que ordenan a empresas japonesas a indemnizar a surcoreanos por los trabajos forzosos realizados durante la colonización japonesa de la península, entre 1940 y 1945, coincidiendo con la Segunda Guerra Mundial.

"Entre Corea y Japón hay heridas profundas debido a nuestra desafortunada historia. Sin embargo, nuestros dos países se han esforzado durante mucho tiempo por curar las heridas utilizando puntos de sutura, medicamentos y vendajes. Sin embargo, si Japón, el agresor, reabre las viejas heridas después de tanto tiempo, una comunidad internacional al tanto de los hechos nunca lo permitirá. Japón debe enfrentarse directamente a esto”, declaró Moon.

Al margen de una cumbre mundial este viernes, el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Kang Kyung-wha, durante una reunión con su homólogo japonés, dijo que la decisión de Tokio era lamentable y le exigió que “cancele inmediatamente las injustas medidas de restricción a las exportaciones”, según un comunicado de Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur.

Corea del Sur compra productos japoneses por un valor de aproximadamente 54 mil millones de dólares, incluidas máquinas industriales, productos químicos y automóviles. Actualmente es el tercer socio comercial más grande de Japón, según una herramienta de seguimiento de datos comerciales afiliada al Instituto de Tecnología de Massachusetts. (I)

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