El 31 de julio próximo, la Superintendencia de Comunicación (Supercom) cerrará definitivamente sus puertas, como dispuso la reforma a la Ley de Comunicación, que dio 180 días para liquidar la entidad.

Según se informó, las intendencias zonales de Esmeraldas, Manabí y Guayas laboraron hasta el 31 de mayo; mientras que las de Riobamba, Cuenca y Loja finiquitaron sus actividades el 30 de junio pasado.

En la matriz en Quito, se están realizando las últimas gestiones administrativas, como la entrega del edificio al Consejo de Regulación de la Comunicación (Cordicom), que se haría oficialmente el 1 de agosto.

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Al momento, la Supercom cuenta con un presupuesto de $ 470.000 para liquidaciones y traslado de bienes que pasarán al Cordicom e Inmobiliar.

Había 225 funcionarios; los 125 con nombramiento definitivo se los reubicará y los de contratos ocasionales se los desvinculará de “forma progresiva”. La Supercom, creada en el 2013, tuvo como titular a Carlos Ochoa, quien está prófugo. Sustanció 1.344 procesos; 550 de “oficio”. Por multas a los medios cobró $ 754.690. (I)