Al ser consideradas como las ingenieras del ecosistema, las tortugas terrestres gigantes son  fundamentales para mantener el equilibrio  en el archipiélago de Galápagos.

De ahí que en los 60 años de vida de las islas como Parque Nacional, que se recuerda el jueves 4 de julio próximo, se haya puesto especial atención a las 16 especies de quelonios identificadas, incluyendo la de Santa Cruz recientemente descrita, de las que se han extinguido cinco.

Pero hoy el agreste paraíso enfrenta más retos cómo el de lidiar con el aumento de la población y la llegada de más turistas, que personifican una paradoja.

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Si bien los visitantes son un pilar básico en la economía de las islas para justamente financiar las tareas de  conservación, su presencia masiva puede afectar a las islas.

El director del Parque Nacional Galápagos (PNG), Jorge Carrión, responde sobre estas problemáticas en una entrevista con este Diario.      

¿Qué balance hacen del trabajo  en conservación?

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En estos 60 años trabajamos  en la obtención de normativa para conservar y aprovechar de forma  racional los recursos...  La institucionalidad que tiene el Parque Nacional Galápagos (PNG)  ha  ofrecido una mayor seguridad y autoridad para emplear las decisiones de manejo requeridas. Estas medidas han permitido que Galápagos sea considerado el archipiélago mejor conservado del mundo.  El 95% de la biodiversidad original  está  presente y en buen estado de conservación. El otro 5% fueron extinciones  ocurridas mucho antes de la creación del PNG. Tratamos de recuperar  las extintas con ingeniería genética. 

En ese 5% de  extinciones están varias especies de  tortugas ¿Qué impacto  ha dejado su desaparición?  

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Se han extinguido cinco especies de tortugas, cuatro de  roedores y tres de plantas. Esto sucedió antes de que se cree el PNG. Tenemos la aspiración de recuperar  tres de las especies de  tortugas gigantes extintas que son las de Floreana, Fernandina y la de  Pinta, que corresponde al Solitario George. 

¿Por qué se pone más atención a  las tortugas?

Se las considera como las ingenieras del  ecosistema porque a través de su herbivoría, debido a la dispersión de semillas, ayudan a la conformación de las comunidades vegetales, abren caminos que otras especies aprovechan para su movilidad,  sirven como reguladoras.  

¿Qué ha pasado en las islas donde se extinguieron?

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En islas más pequeñas como Santa Fe  se ha dado un repunte de la población de cactus, que es el alimento principal de las tortugas. Las plantas leñosas también han ganado espacio en el que originalmente estaban las  iguanas terrestres.  Allí  hemos repoblado con  las de  la isla Española. Las de Santa Fe y Rábida ya no se podrán recuperar.

Paisaje del canal Bolívar de la volcánica isla Isabela, la más extensa del archipiélago. Foto: Cortesía de la Dirección del Parque Nacional Galápagos. 

Otro problema es  el aumento de la población. ¿En qué medida el PNG puede frenar  la migración?

El tema migratorio no es una competencia del  PNG, pero el acceder a los recursos de las áreas protegidas si es una competencia nuestra. Para eso regulamos la actividad turística como la carga aceptable de cada uno de los sitios, la pesquería con un calendario consensuado con los pescadores en el que se determina cuáles especies pueden capturarse... y otros recursos como la extracción de material pétreo...

¿Pero estas regulaciones se respetan?

Tenemos la capacidad de hacer el control con un equipo diverso y capacitado para hacer frente a las competencias del PNG. Esto no es una imposición, por ejemplo, el calendario pesquero se ha consensuado con los pescadores y a través del sistema de control podemos identificar donde están las embarcaciones del sector pesquero, la de turistas, las de ciencia. 

El Consejo de Gobierno de Régimen Especial de Galápagos que tiene la competencia para autorizar el ingreso de vehículos dice que los permisos que dan son reemplazos de los que ya están. ¿Hay que frenar el ingreso de más autos y barcos?

El tema del ingreso de vehículos de cualquier índole a Galápagos tiene que ser regulado, restringido tiene que responder a necesidades y particularidades de la provincia. En este caso queremos declarar a Galápagos como un territorio libre del uso de combustibles fósiles. Para eso también tenemos un proceso de cambio de la matriz energética. Estamos evidenciado las posibles fuentes de energía limpia que habría, se está trabajando con energía eólica y fotovoltaica. El ingreso de más vehículos no es compatible con ese objetivo, incluso así sean eléctricos. En ese sentido no somos la entidad competente para ese tema, pero a través del pleno del Consejo de Gobierno donde participamos como Ministerio del Ambiente pues si extendemos nuestro criterio previo a la autorización del ingreso de un vehículo a Galápagos.   

¿Cuántos turistas están ingresando a las islas?

En  2018 recibimos 270 mil turistas, se ha  incrementado la cifra, pero hay un tope para el crecimiento hotelero y de los barcos, ya no se pueden traer más de los cupos permitidos. Galápagos está consciente que el turismo mueve la economía, pero  el capital natural es lo más importante por lo que  tenemos que tomar las medidas para evitar que se degrade debido a un  incremento excesivo.  

¿Pero cuál sería el tope 

El punto de partida no es tanto la capacidad de acogerlos, sino mas bien la capacidad de los sitios de visita para soportar el ingreso de turistas. En ese caso el PNG tiene identificado la capacidad aceptable de turistas en cada uno de los sitios de visita y con esto se arman los itinerarios... No existe un número mágico que diga hasta 200 mil o 300 mil, pero si que los servicios ambientales  no se vean perjudicados por el ingreso excesivo.

Playa en la isla Santa Fe. Foto: Cortesía de la Dirección del Parque Nacional Galápagos. 

¿Cuál es el mayor reto que enfrentan para garantizar la conservación en el futuro?

Uno de los mayores retos es el control de las especies invasoras. El incremento de habitantes y turistas y más vuelos y barcos sube la posibilidad del ingreso de especies que pueden convertirse en invasoras. Debido a esto presentamos el plan de manejo de diez años. Algo nuevo  son las invasiones marinas. Hay especies de algas que pueden ser una amenaza debido a la variedad de ecosistemas marinos que hay en las islas. 

¿Qué hace falta para mejorar el control?

El primer trabajo que tenemos que hacer es incrementar las medidas de bioseguridad que tenemos. En 2012 el Gobierno creó acertadamente la Agencia de Regulación y Control de la Bioseguridad para Galápagos, que controlan de manera preventiva, son los que nos revisan las maletas cuando entramos a las islas. Revisan los barcos.  A la par tenemos que erradicar las especies invasoras que ya están. Para ello tenemos programas, como el de la mora,  en ese caso estamos por terminar los estudios de biocontrol con la finalidad de tener un agente que controle esta especie introducida.  

Pero mientras más personas vayan, mayor presión habrá con el ingreso de más vehículos y barcos.

Eso no lo podemos cambiar de la noche a la mañana. Tratamos de cambiar la matriz energética con la finalidad de disminuir la cantidad de barcos y de combustible que llega a las islas. También existe el riesgo de un siniestro de la embarcación lo que provocaría un derrame de combustible. 

Eso incluso ha pasado.

Son temas que quisiéramos que no se vuelvan a repetir en Galápagos y para eso tenemos que disminuir las probabilidades de que eso suceda. Lo efectivo es disminuir la frecuencia con la que ingresan esos barcos con combustible a las islas. 

¿Es posible que Galápagos sea un territorio libre de combustibles fósiles?

Las fuentes eólica y fotobvoltaica está dando buenos resultados. Aspiramos que con un proyecto se cubra el 80% de la energía que demanda Santa Cruz (que es la isla más poblada) con una fuente como la fotovoltaica. También viene el trabajo de generar consciencia en la gente para el buen uso de la energía. 

Allí hablamos de la electricidad en los hogares, pero los medios de transporte también demandan combustibles de origen fósil. ¿Qué harán al respecto?

El primer paso es que la matriz energética sea el 100% o un alto porcentaje proveniente de fuentes limpias, pero esto no quiere decir que debemos desperdiciarla o que abriremos la puerta para que todo el mundo traiga un auto eléctrico porque tampoco eso es lo adecuado. Por más que haya energía limpia siempre tenemos que mantener las restricciones, lo ideal para Galápagos sería el transporte masivo y público, allí tienen un trabajo muy fuerte por hacer los Municipios. Las bicicletas también pero hay que crear las facilidades para que la comunidad pueda movilizarse de forma dinámica. 

“Los sitios de visita (abiertos al turismo) están categorizados de acuerdo a sus particularidades, sus condiciones, la cercanía o no a los poblados, si tiene o no especies invasoras. Hay lugares que resguardamos porque allí se reproducen las especies, las llamamos guarderías porque allí habitan por ejemplo tiburones juveniles, allí no pueden entrar los turistas”. Jorge Carrión

Por más regulaciones que haya lo más importante es la conciencia de que vivir en Galápagos, al ser un área protegida, implica tener restricciones como no tener mascotas. 

Ese es un trabajo que el PNG lo desarrolla desde hace mucho tiempo. Tener una comunidad informada y consciente del lugar donde vive es fundamental para la conservación de las islas. Para eso tenemos programas de participación estudiantil cada año con el objetivo de generar esa conciencia ambiental, lo sensible que pueden ser las islas ante cualquier impacto y para que acepten aquellas limitaciones que implica vivir en Galápagos. Acá no se pueden tener acceso a las mascotas o a los carros, pero se tiene otros servicios como la tranquilidad, el hecho de vivir en un Patrimonio de la Humanidad, de esa forma tenemos la retribución.     

¿Qué se hace para que no se incrementen las mascotas? 

Uno de los programas que existe es la esterilización de mascotas. Los gatos son una de las especies invasoras más dañinas a nivel mundial.

¿Hasta qué punto puede el PNG detener la migración a las islas o el incremento de turistas?

Esa es una competencia del Consejo de Gobierno, pero nosotros a través del pleno donde participamos representando al Ministerio del Ambiente, damos los criterios pertinentes poniendo siempre al frente el capital natural que es por el cuál llegan miles de turistas cada año.  (I)