A Francisco Moreno le brillan los ojos. Quiere romper en llanto, pero se contiene. Junto a otros miembros de su familia hace maletas y embarca sus enseres en un pequeño camión.

Dice que decidió salir a Baños porque teme que se desplome la casa que le dieron hace cerca de once años, cuando fueron evacuados de la comunidad Juive Grande, por el proceso eruptivo del volcán Tungurahua, y ubicados en este reasentamiento en la comunidad de Río Blanco.

A Moreno le aterra pensar que a su vivienda le suceda lo mismo que a las de sus cuatro vecinos, que la mañana del sábado se fueron al barranco formado por el aluvión que bajó el jueves 20 por el río Blanco.

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“Voy en busca, aunque sea, de un cuartito. Ojalá las autoridades nos ayuden con un nuevo reasentamiento, pero en un lugar seguro”, expresa.

Con lo vivido en el proceso eruptivo del volcán Tungurahua, que comenzó en 1999, Rodrigo Guerrero dice que aprendió a reconocer los mensajes de la naturaleza. Por esa razón, el viernes vio que “el comportamiento del río” se encauzó apuntando a la altura donde se encontraba su casa. Ese día sacó sus artículos de valor.

Él sostiene que hasta que las autoridades les den un lugar seguro viven junto a un familiar en el mismo reasentamiento.

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Gonzalo Paz, habitante de la zona, recuerda que en 2006 se comenzaron a realizar estudios para el reasentamiento. Luego se fijaron los recursos económicos para la construcción de las viviendas en 2007. Y en 2008 se las entregaron a las familias que salieron de Juive Grande.

Xavier Torres, ministro de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), afirma que en el reasentamiento de Río Blanco hay 108 viviendas. De estas, 28 están afectadas, pero se cree que el número aumente porque hay casas cuarteadas. Por ello, afirma, se hará un análisis técnico para ver los efectos.

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Asegura que el asentamiento se encuentra construido en una zona de riesgo, lo que significa que siempre habrá riesgo (para las familias).

Anticipa que por esa razón se llegó a un acuerdo con los municipios y Secretaría de Riesgos, para que se haga un traslado a un nuevo asentamiento seguro. Para esto, indica, van a pedir el apoyo de los gobiernos locales y de la Gobernación.

Tras la reunión del COE provincial, que se extendió hasta la noche del sábado 22, con Alexandra Ocles, secretaria nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE), la funcionaria indicó que eran 35 las familias afectadas en uno de los reasentamientos (en Río Blanco), además de un fallecido y un desaparecido por la creciente del río.

Hay 145 personas evacuadas, cinco de las cuales se encuentran en el albergue San Vicente. El resto están en casas de parientes acogientes, a quienes se les dan kits de ayuda humanitaria. Ocles dice que se activaron los protocolos para garantizar la vida de los ciudadanos.

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El Ministerio de Agricultura hará también evaluación de afectaciones en cultivos, pues hay familias que perdieron sus medios de subsistencia.

El alcalde de Baños de Agua Santa, Luis Silva, sostiene que además de las cuatro viviendas destruidas en el reasentamiento de Río Blanco hay siete más que colapsaron por el aluvión del río del mismo nombre, la mañana del jueves pasado. (I)

(El viernes) le cogí a mi esposa y le dije mira mi amor, el río está apuntando a la casa, la nuestra va a ser la primera que se va a ir. Nos abrazamos, lloramos (...). Y fue la primera que se fue”, Rodrigo Guerrero, damnificado