Unos mil pandilleros que estaban presos en diversas cárceles de El Salvador fueron trasladados este viernes a prisiones de alta seguridad para evitar que den órdenes de delinquir a sus compañeros en libertad, informaron las autoridades.

"Este día hemos ejecutado una orden de trasladar mil privados de libertad desde diferentes centros penitenciarios", dijo Osiris Luna, viceministro de Justicia y Seguridad. 

Luna, que también se desempeña "ad honorem" en el puesto de director general de Centros Penales, explicó que los traslados de los pandilleros se hizo con el propósito de "cortar" las comunicaciones entre pandilleros en prisión con miembros de esos grupos que se encuentran en libertad a quienes les daban órdenes.

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Según las autoridades, que no dieron cifras, muchos de los pandilleros que fueron trasladados a prisiones de alta seguridad "fingieron" haber abandonado esos grupos criminales para lograr ser trasladados a prisiones con medidas de seguridad más flexibles en donde podían conseguir y hacer uso ilegal de teléfonos celulares para comunicarse con sus grupos en libertad.

Según el Gobierno, muchas de las órdenes para cometer asesinatos y extorsiones por parte de las pandillas, proceden desde los centros penitenciarios. El viceministro de Justicia y Seguridad no detalló hacia qué penitenciarías fueron trasladados los pandilleros, muchos de ellos considerados cabecillas de esos grupos.

Este viernes las autoridades de seguridad salvadoreñas sostuvieron una reunión con representantes de empresas de telefonía para "solicitarles" que procedan en menos de una semana al bloqueo de señal de telefonía celular en las poco más de una veintena de prisiones en todo el país.

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Estrategia presidencial

El jueves, el gobierno del presidente Nayib Bukele lanzó un plan de combate a las extorsiones que cometen las pandillas con el propósito de golpear las finanzas de esos peligrosos grupos.

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Como parte de ese plan es que la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fuerza Armada desplegaron 2.500 agentes y 3.000 soldados, respectivamente, en una docena de municipios muy afectados por las extorsiones de las pandillas y que incluyen el propio centro de la capital.

Las pandillas en El Salvador tienen unos 70.000 miembros, de los cuales casi 17.000 están encarcelados.

El Salvador se mantiene como uno de los países sin guerra más violentos del mundo con un promedio de 51 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2018, en su mayoría atribuidos a las pandillas.  (I)