Por primera vez, la lucha contra el cambio climático se convirtió en un tema de primer orden para los partidos políticos tradicionales durante las elecciones europeas, impulsado por la oleada de movilizaciones de los jóvenes en Europa.

El creciente consenso a favor de una reacción urgente alimenta las esperanzas de cooperación entre partidos, pero algunos temen que las formaciones populistas, que los sondeos auguran una fuerte progresión, quiebre esta dinámica.

La activista sueca Greta Thunberg se convirtió en uno de los rostros emblemáticos de las protestas. Miles de adolescentes y jóvenes secundaron su llamado a hacer huelgas semanales, la próxima prevista a nivel mundial el viernes.

Publicidad

Esta joven de 16 años había advertido en Bruselas a la clase política europea que la historia los recordaría como "los mayores villanos de todos los tiempos", si no actuaban contra esta "crisis" climática.

Decenas de miles de jóvenes se manifestaron por toda Europa este viernes, en medio de las elecciones europeas, para reclamar más acciones contra el cambio climático.

Desde Lisboa hasta Oslo, niños y jóvenes dejaron de ir a clase y salieron a las calles para advertir sobre los peligros del calentamiento global, que entrañaría el derretimiento de los polos, grandes tormentas, inundaciones y sequías.

Publicidad

Solo en Alemania, 320.000 personas se manifestaron en más de 200 acciones distintas, en ciudades como Berlín, Hamburgo, Fráncfort o Leipzig, según el movimiento "Viernes por el Futuro", que convocó las protestas.

"Ustedes se están quedando sin excusas, nosotros nos estamos quedando sin tiempo", rezaba una pancarta en Berlín, dirigida a los políticos.

Publicidad

El llamado parece cuajar. La protección del medio ambiente y el clima ganan en importancia entre las preocupaciones de los europeos, junto a la economía, el desempleo juvenil o la migración, según un Eurobarómetro del mes de abril.

Los ciudadanos de una decena de países -los nórdicos, los del Benelux y del oeste de Europa- están más preocupados. En Bulgaria y Rumanía, -los dos países menos ricos de la Unión Europea (UE)- o Polonia, está lejos de ser una prioridad.

"Si se compara con 2014, se convirtió realmente en uno de los mayores retos", afirma a la AFP Dara Murphy, directora de campaña del Partido Popular Europeo (PPE), principal fuerza política en la Eurocámara saliente.

Su partido de centro derecha agregó el cambio climático a su programa en los dos últimos años.

Publicidad

Dinámica histórica

Para la analista Stella Schaller, del centro de reflexión especializado Adelphi, el debate se impuso realmente "entre los cuatro y seis últimos meses", en un contexto de sequía, incendios e inundaciones, y sus duras consecuencias para los agricultores, así como de mediatizadas protestas.

El actual líder de los socialdemócratas en la Eurocámara, el alemán Udo Bullmann, quiere aprovechar esta "dinámica histórica".

Bullmann asegura que su grupo revisó su agenda en los últimos dos años para responder al desafío climático, garantizando que los más pobres y los desempleados no se vean afectados por la transición energética y evitando disturbios sociales como los 'chalecos amarillos' en Francia.

La UE se comprometió en el marco del acuerdo de París sobre clima de diciembre de 2015 a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 40% para 2030, respecto a los niveles de 1990.

Pero según científicos y oenegés, este objetivo es insuficiente para limitar el calentamiento por debajo de 2 ºC, respecto a la era preindustrial.

Grupos de expertos alertaron incluso estos últimos meses sobre las amenazas para la humanidad que representan el cambio climático y la destrucción de la naturaleza.

Frente a estos movimientos, se registran reacciones igual de apasionadas. Al igual que otros grupos de extrema derecha, el partido Alternativa para Alemania (AfD) decidió unirse a la revuelta anticlima en esta campaña europea.

Este partido prodiésel, procarbón y escéptico sobre el calentamiento global, intenta seducir a quienes piensan que la lucha contra el cambio climático provoca un aumento del precio de la energía, destruye empleos y daña la industria.

La analista Stella Schaller teme también que "grupos liberales y conservadores diluyan [sus] propuestas" para atraer a los nacionalistas. Pero Dara Murphy insiste en que el PPE "nunca" llegará a pactos con la "extrema derecha" sobre el clima.

Los Verdes esperan por su parte aprovechar el movimiento proclima. Uno de sus líderes en las elecciones a la Eurocámara, Bas Eickout, se muestra prudente sobre una cooperación entre partidos sobre temas como el precio del carbono o el final de las ayudas al transporte aéreo.

Preguntado sobre si los partidos políticos cambiaron realmente sus posiciones sobre el clima o intentan simplemente ganar votos, responde que "el jurado está deliberando todavía". (I)