“Investiguemos cuál es la actividad a la que alguien puede estar dedicado para necesitar esa capacidad de descarga. Lo que nos demuestra un cuarto de millón de dólares pagados por internet durante cuatro años es que probablemente necesita una gran capacidad de descarga, de acceso. La pregunta es por qué motivos, con qué objetivos”.

Esas son las preguntas que se plantea la ministra del Interior, María Paula Romo, al analizar los $ 230.000 que el sueco Ola Bini pagó entre 2015 y 2019 –que equivale a $ 4.791 mensuales–, por servicios de internet a la empresa Telconet. Bini es investigado en Ecuador, desde el sábado pasado, por supuestamente atacar la integridad de sistemas informáticos.

Una de las sospechas del Gobierno ecuatoriano, dice la ministra, es que Bini habría accedido a información delicada del Estado.

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Pese a ello, la funcionaria aclara que eso es lo que tendrá que determinar la investigación de Fiscalía.

El sueco no solo llamaría la atención de las autoridades por la gran cantidad de información que ha manejado, por los dispositivos de almacenamiento que se le encontraron, sino también por la cantidad de almacenamiento que ha comprado en Ecuador. “¿Qué tipo de actividad requiere de esta inmensa cantidad de almacenamiento de datos en un servidor ecuatoriano?”.

Carlos Soria, abogado de Bini, para explicar los pagos hechos por su cliente a Telconet parte de que Bini “desarrolla software, los protege y arrienda servidores” para alojar la información que él ha asegurado para todos sus clientes.

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“El proveer servicios de internet como se quiere hacer pensar no es solo que una compañía de internet (lo da) en tu casa, tú arriendas los servidores, mantienen los servidores y contratas a muchas empresas para que esa información se mantenga segura. (...) Hay facturas de Telconet de todos los servicios que prestaba a su cliente y a sus asociados. Bini trabajaba con personas que le ayudaron a desarrollar todos estos programas y de los cuales se beneficiaban económicamente por un trabajo legítimo y legal”, explicó.

Hace pocos días, el presidente Lenín Moreno se refirió al sueco Bini señalando que “es una persona a la que se ha sorprendido haciendo hackeos de cuentas de Gobierno, personales y hackeando teléfonos, y al cual se le descubrió con muchas flash memory”.

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La aseveración presidencial fue calificada por Soria como una mentira, pues dice hasta el momento no se ha presentado dentro del proceso una evidencia de qué sistema fue infiltrado o qué cuenta gubernamental fue hackeada.

Al no contar aún con el informe pericial con los resultados de la exploración y extracción que se hizo a los aparatos electrónicos incautados durante la detención de Bini y el allanamiento a su departamento, y al no tener la seguridad de que lo que se diga que se descubrió estaba dentro de los equipos, Soria adelantó que harán analizar con sus expertos todos los peritajes realizados por entes estatales. (I)