Una nueva caravana de casi 2.500 migrantes se dirige desde el sur de México hacia la frontera con Estados Unidos.

La ciudad de Huixtla, en el sureño estado mexicano de Chiapas, dijo que la caravana de 2.466 personas está integrada principalmente por nicaragüenses, cubanos, salvadoreños, hondureños y guatemaltecos.

La ciudad dijo el lunes por la noche que hay muchos niños en la caravana, que padecen el calor de la zona, que ha alcanzado una temperatura máxima de 39 grados centígrados.

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El municipio publicó un video de los migrantes caminando por una carretera en las afueras de la ciudad y descansando debajo de los árboles. Si bien el año pasado se permitió a las caravanas pernoctar en el centro de la ciudad, este año se las obligó a permanecer en la ruta.

Las caravanas no están recibiendo una acogida tan cordial en Chiapas como ocurrió con otras el año pasado.

Las organizaciones que monitorean el éxodo urgieron a las autoridades a dar una respuesta integral de protección, seguridad y asistencia humanitaria a los migrantes.

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"Siguen llegando personas de distintas partes de América en busca de protección de un Estado que dice abogar por los derechos humanos, pero que en la práctica sigue una agenda global de secularización, racismo y muerte", dijo la organización Pueblos sin Fronteras.

Miles de migrantes ingresan a México cada año por la frontera sur y atraviesan todo el territorio hasta alcanzar Estados Unidos en busca de oportunidades de vida, pese a la duras condiciones del trayecto y la amenaza de grupos criminales que los secuestran o extorsionan.

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El 28 de enero pasado, el Instituto Nacional de Migración suspendió el llamado "programa emergente" del que se beneficiaron varios de miles de migrantes que ingresaron en sendas caravanas desde octubre del año pasado.

El instituto informó que ahora los interesados en ingresar al país deberán acercarse a las embajadas de México en sus países de origen para consultar sobre las opciones de estancia legal. (I)