Un hombre de 37 años fue alcanzado por una bala perdida cuando estaba en la sala de su casa. El proyectil se incrustó en su cuero cabelludo pero milagrosamente sobrevivió.

Ocurrió este fin de semana en las calles Geo Chambers Vivero y Abel Castillo, en el sur de Guayaquil.

El afectado estaba visitando a su madre y conversaba con su familia sentado en un sofá, cuando sintió el golpe en la cabeza.

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El creía que era un piedrazo porque la puerta de la casa estaba abierta, pero poco después notó la sangre, y a bordo de un taxi lo llevaron al hospital Guayaquil.

En el techo de la casa quedó el agujero por donde ingresó la bala que se cree viajó al menos cuatro cuadras pues en la calle 4 de Noviembre se habría dado una balacera a esa misma hora.

En el hospital le retiraron la bala que quedó bajo custodia de la Policía. Ahí les dijeron que la punta del proyectil estaba achatado aparentemente por el impacto en el techo y que por la larga distancia que habría viajado no pasó el cráneo del hombre. (I)