Aunque el mundo de los impuestos suele ser una nebulosa por las peleas técnicas y las pasiones políticas que desata, es un debate que nunca está lejos de las primeras planas.

Si la economía marcha bien, no es extraño que se eleven las voces reclamando una mejor distribución del ingreso, a través de un alza de impuestos que le permita al Estado recaudar más dinero.

Con la misma fuerza, surgen los detractores que alertan sobre los efectos negativos que eso puede tener en el ahorro o la inversión.

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¿Se pagan muchos o pocos impuestos en América Latina?

La respuesta depende del punto de comparación. Lo que habitualmente hacen los economistas es tomar como referente a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que agrupa a muchas de las economías más desarrolladas del mundo.

En la región el promedio de los tributos llega a un 23% del Producto Interno Bruto (PIB) y en la OCDE, alrededor del 34%.

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Los países que menos pagan impuestos en América Latina son Guatemala (12,6% del PIB), República Dominicana (13,7%) y Perú (16,1%), según las última cifras disponibles que aparecen en el informe de Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe, elaborado por OCDE, CIAT, BID, CEPAL.

En el otro extremo está Cuba (41,7% del PIB), seguido por Brasil (32,2% del PIB) y Argentina (31,3%).

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Cuba y Brasil son los países latinoamericanos donde más se pagan impuestos.

Los expertos consideran a Cuba como un caso aparte, dadas las características singulares de su economía, que difieren del resto de la región.

Y al mirar las experiencias de alta tributación de Brasil, Argentina y Uruguay, aparecen ciertas características comunes.

"Los tres tienen tasas impositivas elevadas, tanto en impuesto sobre la renta de las personas y sociedades, como en el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que grava el consumo", le dice a BBC Mundo Santiago Díaz de Sarralde, director de Estudios e Investigaciones del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), con sede en Panamá.

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¿Más o menos impuestos?

"Ese alto nivel de impuestos les ha permitido financiar mayores gastos sociales, pero los efectos de una alta carga impositiva son muy variados según cada país", apunta.

"Hay países desarrollados que han funcionado mejor con impuestos altos, con elevada presión fiscal, y otros que han funcionado bien con tasas menores".

En la OCDE, por ejemplo, entre los países con impuestos más altos son Islandia, Dinamarca, Francia, Bélgica, Suecia, Finlandia, y "están entre los más competitivos del mundo".

En los países de la OCDE el promedio de impuestos es del 34% del PIB.

Por otro lado, el tema no es solo el monto de recaudación, sino también el tipo de impuestos y cómo gastan esos países la recaudación fiscal.

"Finalmente son diferentes modelos de sociedad", agrega Díaz de Sarralde.

Aunque en 2016 (últimas cifras disponibles) los impuestos bajaron 0,3% respecto al año anterior, la tendencia ha sido al alza.

"En las últimas tres décadas ha subido la carga tributaria en la región, acercándose hacia la media de la OCDE", dice el experto.

La media de la región se acerca al 23%, pero en los años 90 estaba a 15 o 16 puntos de diferencia más abajo.

Los desafíos tributarios

Hay países en la región que recaudan sobre el 30% y otros apenas 12%, algo que muestra gran disparidad. Y en general, la presión fiscal varía según el nivel de ingresos del país.

La otra cara de la moneda es el gasto de los gobiernos.

Guatemala es el país con menores impuestos de América Latina.

"Los egresos han crecido mucho más y por eso tenemos situaciones fiscales complejas", le dice a BBC Mundo Alberto Barreix, economista líder principal de Gestión Fiscal del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

"Hay muchos países donde hay espacio fiscal para subir impuestos. En algunos el IVA, y en la mayoría de los países es el impuesto a la renta".

Uno de los grandes desafíos, explica, es bajar los niveles de evasión.

Y la tendencia regional es "avanzar despacio por el camino de subir los impuestos, en la medida que suban los ingresos de los países", apunta.

Uno de los desafíos en América Latina es bajar la evasión de impuestos.

Pero, advierte Barreix, "el problema con el impuesto a la renta personal, es que si tengo tasas demasiado altas, voy contra el ahorro".

"Por eso hay espacio para subir impuestos, pero hay que hacerlo con cuidado". (I)