Huele a destrucción. El gas pimienta aún impregna uno de los supermercados saqueados en la ciudad petrolera de Maracaibo durante el apagón más caótico vivido en Venezuela. Solo hay escombros.

Una empleada llora al ver el lugar donde trabaja desde hace 15 años. Miles de personas arrasaron con tres locales de una transnacional holandesa dueña de 37 hipermercados en Venezuela. El futuro de los 400 trabajadores, de los 5.000 que emplean en todo el país, es incierto.

"Vi a un hombre que cargaba una paca de harina (de maíz) y la soltó para llevarse unos cauchos (neumáticos)", contó  el empleado Deivis García, en la sede ubicada en una estratégica avenida de Maracaibo (noroeste), capital del estado Zulia -fronterizo con Colombia-.

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Allí irrumpieron unas 2.000 personas cuando se cumplían cinco días del apagón iniciado la tarde del jueves.

Un grupo de trabajadores se refugió en la parte alta de la edificación. Aterrados, veían por las cámaras de seguridad a la gente frenética que incluso despedazaba neveras para llevarse sus piezas.

Policías y militares fueron incapaces de contener los focos de desorden esparcidos por la ciudad luego de días a oscuras tras una falla que el gobierno de Nicolás Maduro atribuye a ataques “cibernéticos y electromagnéticos” dirigidos desde Estados Unidos.

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A las afueras de una fábrica de comida de Alimentos Polar, la corporación privada más grande de Venezuela, decenas de habitantes de barrios adyacentes siguen al acecho luego de arremeter contra varias de sus instalaciones.

Militares con camiones blindados custodian el sitio y tratan de mantenerlos a raya para evitar otro saqueo.

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La Cámara de Comercio de Maracaibo estima que las pérdidas por los saqueos superan los 50 millones de dólares, registró el diario El Nacional. Más de 500 empresas y comerciantes son los afectados por el vandalismo, luego de la interrupción del servicio eléctrico.

"Esto fue un saqueo masivo, hubo pérdidas millonarias", lamenta Francisco Arteaga, de 61 años, testigo de la anarquía. "Ahora uno anda buscando comida como un loco (...) usted ve la ciudad y parece que hubiera habido una guerra", añade tras caminar horas en el desértico clima sin conseguir alimentos.

Francisco clama a Maduro, bajo cuyo mandato Venezuela cayó en la peor crisis de su historia, que "abandone el país" o lo "acomode". "Tenemos 20 años de revolución y no vemos mejoría en nada", asegura.

Hileras enteras de locales lucen destruidas en La Curva de Molina, antes corazón comercial de la ciudad. Hordas con palos y piedras rompieron vidrios y forzaron puertas. "No quedó ni un solo negocio que no saquearan", asegura Ángel Chirinos, un comerciante de 38 años.

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Largas filas

Agobiados por su sobrevivencia, los venezolanos reanudaron sus actividades laborales tras una semana de parálisis por un apagón sin precedentes que profundizó la grave crisis económica y política, y que golpea la vital producción petrolera.

Largas filas en bancos y paradas del Metro fueron el común denominador en Caracas. Muchas personas caminaron a sus trabajos, un día después de que Nicolás Maduro dispusiera la reanudación de la jornada laboral y mantuviera suspendidas las clases, sin embargo, ayer el Gobierno postergó la suspensión hasta el próximo lunes.

A raíz de los saqueos y protestas por falta de luz y agua han sido detenidas unas 300 personas, según la ONG Foro Penal.

Aunque las autoridades aseguraron que se recuperaron la mayor parte de los servicios, en al menos cinco grandes barriadas del este y sureste de Caracas y en los estados Zulia, Vargas, Barinas, Carabobo, Mérida y Táchira usuarios reportaron fallas eléctricas en los medios locales y las redes sociales.

En tanto, un incendio atribuido a una “acción terrorista” de Estados Unidos afectó tres tanques de almacenamiento de petróleo en una instalación de la estatal PDVSA en la Faja del Orinoco, en el estado Anzoátegui.

El gobierno de Donald Trump dijo que completó la salida del personal de su embajada como parte de la ruptura de relaciones decidida por Maduro. Además, revocó las visas a otros 340 allegados al líder chavista. El total de revocaciones llegó a más de 600.

Expertos como Luis Oliveros alertan que los daños provocados por el apagón abrirían “un ciclo mayor de deterioro” en la industria petrolera, que a partir del próximo 28 de abril enfrentará un embargo petrolero estadounidense.

Pese al caos que reina en varios lugares del país, Maduro aseguró que “hay un sentimiento de placer (en la gente), de satisfacción”. (I)