Los familiares del equipo periodístico asesinado en la frontera piden a la Fiscalía que vuelva a los lugares donde ocurrieron los hechos, pida testimonios de personas involucradas y haga pericias como identificar de quién son las huellas de la camioneta que hasta ahora no se hacen “por falta de presupuesto”.

Basándose en los hallazgos periodísticos revelados en el libro Rehenes, los familiares exigen que se den a conocer los patrullajes policiales conjuntos que se realizaban en esos días en la zona, tanto de la Policía de Ecuador como de la Policía de Colombia para cercar y lograr la captura de Walter Arizala, alias Guacho.

Yadira Aguagallo, pareja de Paúl Rivas, expresó que “a alguien no le convenía que ellos regresen con vida” y necesitan saber por qué se frustró la liberación el 28 de marzo.

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“Exigimos que los hechos del 28 de marzo sean investigados con mayor rigurosidad por ambas fiscalías. Se le mintió a todo el pueblo ecuatoriano al decir que no existía una liberación en camino... por lo menos los representantes de las víctimas debían ser comunicados”, dijo Aguagallo.

El equipo de El Comercio secuestrado pasó con el conocimiento y autorización de la autoridad militar a Mataje y que los asesinatos se habrían dado el 7 de abril, son otros datos del libro que los familiares piden se incluya en las investigaciones a las fiscalías de los dos países.

Además, entregarán una copia del libro a las autoridades de turno y una copia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con una ayuda memoria, solicitando que también se incluya en la investigación del Grupo Especial que entregará el informe final a finales de marzo. (I)