Durante cerca de tres años se recorrieron 63 comunidades de doce parroquias de los cantones Guaranda, Alausí, Pujilí, Patate y Pelileo (de las provincias de Bolívar, Chimborazo, Cotopaxi y Tungurahua), con el fin de recolectar la información para la publicación del recetario de la cocina tradicional ecuatoriana De la granja a la olla.

La publicación fue presentada el viernes en Ambato, en el auditorio del Gobierno Provincial de Tungurahua.

En la recopilación de datos respecto de alrededor de 200 recetas ancestrales participaron estudiantes y docentes de la Universidad Regional Autónoma de los Andes (Uniandes), que tuvo el apoyo de la firma Swissaid Ecuador.

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Ana Utrera, jefa de Proyectos de la Uniandes, recordó que recorrieron los páramos de las comunidades de las cuatro provincias y que el resultado final fue la publicación del libro que tiene como objetivo intercambiar y compartir lo que es la cocina tradicional ecuatoriana.

Utrera manifestó que además de haber degustado los platos que se elaboran en las comunidades indígenas fue importante el intercambio de experiencias con las abuelas, lo que a su criterio enriqueció el proyecto y también permite llevar un poco de la academia hacia la población.

Wilson Salas, decano de la Facultad de Dirección de Empresas de la Uniandes, recordó que en diciembre del 2013 se inició el proceso con la publicación, dos años después, del libro Comer rico, comer sano, con recetas tipo gourmet, pero señaló que advirtieron la necesidad de tener un recetario de lo que se come en casa con productos agroecológicos. Dijo que la labor no se va a quedar ahí porque se lo publicará tanto en kichwa como en inglés.

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Rosa Jerez, presidenta del Movimiento Indígena de Tungurahua (MIT), dijo que es importante que a través del libro se comparta la sabiduría de las mamas (madres) y de los taitas (padres), pero señaló que aspira a que no se quede solo en letras, sino que ayude a cambiar las prácticas de alimentación.

Reiteró el compromiso de los movimientos indígenas de transcribir los textos al kichwa, porque los pueblos y comunidades quieren compartir lo que son las buenas prácticas alimentarias. (I)