Jordi Rafael L. G., venezolano de 22 años detenido por la muerte de la joven en estado de gestación en Ibarra, será trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Latacunga, por el presunto delito de femicidio.

La fiscal general (e), Ruth Palacios, señaló ayer que se dictó la prisión preventiva del ciudadano y adelantó que se pedirá la máxima pena, considerando agravantes por el delito de femicidio”.

En una rueda de prensa la tarde de ayer, en Ibarra, el general Nelson Villegas anunció que serán removidos de sus cargos todos los mandos de la Subzona policial. “No es justificación, nosotros no tenemos justificación alguna; pero sí tenemos que decir que en esta ciudad no hemos tenido con mucha frecuencia incidentes de esta naturaleza”, dijo.

Publicidad

Este tema, señaló, hizo que los policías tomen más bien otro tipo de procedimientos. “Ellos estuvieron todo el tiempo tratando de persuadir al sujeto para que deponga su actitud violenta; no lo lograron, lastimosamente”, añadió.

Por su parte, la ministra del Interior, María Paula Romo, señaló en Ibarra que en Ecuador se ven muchos casos de femicidio, pero que el hecho registrado en esa ciudad tiene la particularidad de que se cometió mientras la Policía estaba ahí, y tenía la obligación de actuar.

La Policía no solo puede usar la fuerza, tiene la obligación de hacerlo, dijo. “Cuando se trata de proteger la vida, no puede dudar, ese es su papel y está facultada por la ley para hacerlo”, reconoció la ministra.

Publicidad

Señaló, además, que respalda a la Policía, porque así como tiene la obligación de actuar, debe recibir el respaldo cuando hace su trabajo.

Los familiares de la víctima señalaron que no realizarán marchas de protesta porque no quieren que el caso se politice, que ellos solo quieren que se haga justicia.

Publicidad

La víctima trabajaba en un restaurante y estaba embarazada de cuatro meses de su agresor. Deja dos hijos.

Los allegados de Diana Carolina se enteraron del crimen a través de llamadas.

Pasado el mediodía empezó la velación de sus restos en la sala de velaciones de la Sociedad de Artesanos. Ahí se concentró el dolor de los familiares y amigos de Diana. (I)