El narcotraficante Joaquín Chapo Guzmán y su amante y socia Agustina Cabanillas Acosta, alias la "Fiera", planeaban instalar en 2012 una empresa en Ecuador para esconder sus actividades ilícitas de exportación de droga, según se reveló este miércoles en el juicio que se le sigue al capo en Nueva York (Estados Unidos).

En un sorprendente relato, el exjefe de comunicaciones de Guzmán, el exestudiante de ingeniería colombiano Christian Rodríguez, de 32 años, contó al jurado cómo desde 2008 le ayudó a montar un gran sistema seguro de comunicaciones y también un software espía en unos 50 teléfonos que el capo narco entregó a sus allegados.

Gracias al espionaje instalado por Rodríguez, que vive en Estados Unidos con una nueva identidad como testigo protegido, el Chapo leía a diario en su propia computadora los correos electrónicos y mensajes de texto de estas personas, escuchaba sus llamadas, sabía dónde estaban.

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También "llamaba a una persona a su extensión, hablaban, colgaba y luego llamaba por otra línea para abrir el micrófono (del teléfono espiado) y escuchar lo que decían de él", contó el técnico, a quien el Chapo llamaba a Colombia "casi todos los días" para hablar del espionaje.

El volumen era tan grande que el Chapo encargó a un empleado, Benjamín, que se dedicara a seguir el asunto y a hacerle resúmenes.

Fue el uso de estos "teléfonos especiales", como los llamaba el propio Chapo, lo que ayudó al FBI a recolectar montañas de evidencia en su contra.

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En mensajes de texto interceptados por el FBI en estos teléfonos, leídos al jurado, el Chapo, de 61 años, habla de sus negocios de droga con Cabanillas.

La Fiera también recibió varios teléfonos especiales del Chapo, y cruzó en ellos mensajes comprometedores sobre la compra de químicos en China y Alemania, o la creación de una empresa de cítricos en Ecuador, con la meta de exportar droga a "Europa, Canadá, Australia y también a Estados Unidos". O la compra de unas 700 toneladas de cocaína en Belize de una pureza de 95-97%.

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El Chapo y su amante, que fue arrestada en Los Cabos, se llaman de "amor" en los mensajes. "Te adoro", le escribe el capo. "Eres la persona más importante para mí". Pero al escribirle a una amiga, la Fiera dice que el Chapo es un "idiota".

"No confío en estos BlackBerries que me da aquí, porque el bastardo puede localizarme", dice la Fiera a su amiga. "Soy mucho más viva que él".

El Chapo, considerado uno de los mayores jefes del cartel mexicano de Sinaloa y acusado de traficar a Estados Unidos más de 155 toneladas de cocaína, fue extraditado hace casi dos años tras dos fugas espectaculares de prisiones mexicanas.

Rodríguez nunca fue acusado, e incluso podría recibir una recompensa de hasta cinco millones de dólares por información que llevó a la captura de otro jefe narco, Jorge Cifuentes, a quien también instaló su sistema de comunicaciones. (I)

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