La Delegación de Pichincha del Consejo Nacional Electoral (CNE) recibió la inscripción de 17 candidatos para la Prefectura de esta provincia.

Al igual que para la Alcaldía de Quito, en estas elecciones el factor predominante es la proliferación de organizaciones y postulantes respecto de las elecciones seccionales del 2014, en las que se presentaron cinco candidatos para esta dignidad.

En la lista se registran dos alianzas: Izquierda Democrática, Democracia Sí y Vive; y el Partido Socialista y el Movimiento Ecuatoriano Unido.

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Además, el aparecimiento de movimientos nuevos como Todos, que obtuvo el aval del CNE en octubre de este año, y el resurgimiento de partidos “tradicionales” como la Izquierda Democrática, el Partido Social Cristiano (PSC) y el Partido Socialista Ecuatoriano (PSE).

En candidatos, el único que ha ocupado esta dignidad antes es Federico Pérez, que ahora se postula por CREO.

En profesiones predominan los aspirantes dedicados a las leyes, aunque también hay ingenieros en diferentes ramas.

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Carla Cevallos, directora provincial de Juntos Podemos, califica de ‘penosa’ la existencia de tantos candidatos, porque un sinnúmero de movimientos fueron aprobados “a última hora” y esto refleja la ausencia de formación política.

Agrega que la diversidad de candidatos no asegura que sea gente probada en la administración pública y que conozcan la provincia.

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“Lo penoso ha sido también que se ha tratado de llegar a acuerdos con los candidatos de otras organizaciones y ninguno ha querido declinar”, dijo.

Ronald Verdesoto, dirigente del PSE, sostuvo que el CNE transitorio jugó un papel importante al aprobar a todos los movimientos que ingresaron ‘supuestamente’ sus firmas, con procesos “muy a la ligera”, y sin mayor análisis, se aprobaron movimientos nacionales y locales, y se volvió a la vida a organizaciones políticas en procesos “muy cuestionados”.

“Ahora hay muchos candidatos en organizaciones políticas que no se han conocido nunca y obviamente también hay muchos políticos con organizaciones propias que antes pertenecían a organizaciones nacionales. Yo no sé si políticamente eso le hace bien o mal al país, para mí eso es una dispersión del voto, es una falta de concentración de las fuerzas políticas”, dijo Verdesoto.

Ana Isabel Casares, dirigente del movimiento provincial Todos, defendió la existencia de grupos nuevos. Dijo que la participación de los ciudadanos se da en estas elecciones porque ya no hay restricciones que había en el anterior Gobierno y que la eliminación de la reelección indefinida favoreció al surgimiento de nuevas figuras.

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“Antes existía, de una u otra forma, cierto temor a participar porque se sabía que el resultado podía ser beneficioso al equipo del Gobierno, con publicidad por parte de autoridades de Gobierno, había una falta de equidad en la competencia. Los movimientos que estamos incursionando tenemos ideas nuevas, queremos dejar las viejas prácticas de la política”, agregó Casares. (I)

400

candidatos

a prefecturas provinciales se registraron en el CNE hasta el pasado 21 de diciembre.