El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, anunció este jueves una serie de acuerdos entre beligerantes de Yemen sobre treguas en varias regiones devastadas de este país al borde de la hambruna, tras unas conversaciones de paz en Suecia.

Guterres anunció en especial un "alto el fuego" en la estratégica ciudad portuaria de Hodeida, en el mar Rojo, donde transita gran parte de la ayuda humanitaria para Yemen.

Hasta ahora habían fracasado todos los intentos de poner fin a la guerra en Yemen que ha dejado unos 10.000 muertos en cuatro años. El gobierno yemení del presidente Abd Rabbo Mansur Hadi, es apoyado por Arabia Saudita, y los rebeldes hutíes, respaldados por Irán.

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El acuerdo anunciado el jueves prevé una retirada de las fuerzas gubernamentales y de los rebeldes de la ciudad y el puerto de Hodeida, controlado por los insurgentes hutíes, pero que es objeto de una ofensiva de la coalición árabe liderada por Arabia Saudita.

Esa retirada se producirá "en los próximos días", según la ONU.

La ONU desempeñará un "papel clave" en el control de Hodeida, explicó Guterres, que anunció una nueva ronda de conversaciones a fines de enero durante una ceremonia solemne en presencia de delegaciones del gobierno yemení y de los insurgentes hutíes.

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Las dos partes convinieron también en facilitar la ayuda humanitaria a la ciudad de Taez, devastada por los combates. En cambio no hubo acuerdo sobre la reapertura del aeropuerto de la capital Saná, controlado por los rebeldes y cerrado desde hace tres años.

La situación humanitaria en Yemen, el país más pobre de la península Arábiga, ha empeorado día a día y hasta 20 millones de personas están actualmente amenazadas por la hambruna.

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Probable represalia contra Arabia

El Senado de Estados Unidos votará en las próximas horas sobre una resolución que suspendería la ayuda a la campaña militar que ha lanzado en Yemen una coalición encabezada por Arabia Saudí, una medida que serviría de reproche a los saudíes tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.

Al mismo tiempo, la cámara alta considera una resolución que específicamente condenaría la muerte del periodista, en medio de amplio debate sobre cómo responder al crimen, dado que según las agencias de inteligencia estadounidenses, el príncipe saudí Mohammed bin Salman a lo menos tuvo que haber sabido de la trama. El presidente Donald Trump, sin embargo, ha sido renuente a criticar al monarca saudí.

Los senadores están enfurecidos por el asesinato de Khashoggi, ocurrido en octubre en el consulado saudí en Turquía, y por la falta de respuesta de la Casa Blanca, y ello ha llevado a muchos republicanos a apoyar la resolución de condena.

Arabia Saudita, que respalda militarmente al gobierno de Yemen en la guerra civil que vive ese país, anunció que "apoya fuertemente" el acuerdo entre las partes en conflicto alcanzado el jueves en Suecia bajo la égida de la ONU.

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"El acuerdo anunciado hoy ayudará a devolver la seguridad a la región, incluido el Mar Rojo, una ruta marítima vital para el comercio internacional", dijo el embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos, Jaled bin Salmán. (I)