El Tribunal de la Sala de la Niñez y la Familia de la Corte Provincial de Pichincha aún no resuelve sobre la apelación a la negativa de la acción de protección interpuesta por la defensa del hacker australiano-ecuatoriano Julian Assange para invalidar el Protocolo de Convivencia y Visitas en la Embajada de Ecuador en Londres, donde se encuentra asilado desde junio del 2012.

La audiencia de apelación terminó la mañana de este miércoles. Los jueces señalaron que tomarán la decisión en un tiempo prudencial. Mientras, Carlos Poveda, abogado de Assange, dijo que si se rechaza la apelación, acudirán al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, y que la resolución del Tribunal se deberá tomar después ocho días.

Assange compareció por teleconferencia y la impresión del procurador Íñigo Salvador es que su estado en la embajada es normal, y que Gran Bretaña ha garantizado que la vida del hacker no quedará en manos de ningún país donde exista pena de muerte.

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En su intervención, Assange aseguró que sufre espionaje en la Embajada y que esa información ha sido remitida incluso al FBI (Oficina Federal de Investigación​ de Estados Unidos); que las autoridades ecuatorianas han mentido, porque sí tiene restricciones de visitas y está aislado en un 80 % porque Ecuador estaría siendo presionado por Estados Unidos. Además, que la implementación del Protocolo conllevará a una crisis en su salud: muerte u hospitalización ó una excusa política para que de forma ilegal sea entregado al gobierno británico y luego a Estados Unidos, donde le impondrían cadena perpetua.

El vicecanciller Andrés Terán informó que Assange se ha hecho revisar por un médico de su confianza y no se pretende saber los resultados de esos exámenes porque son privados.

Terán agregó que el Protocolo está vigente y en práctica. No confirmó ninguna violación a los derechos de Assange y dijo que no ha habido ninguna advertencia adicional del Estado al asilado.

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El Protocolo, vigente desde el 15 de octubre, dispone el control de las visitas por parte de la Embajada, el pago de Assange de su alimentación, atención médica, cuidado de su gato y la conexión a Internet solo desde el Wifi de la Embajada.

La estadía de Assange le cuesta al Estado ecuatoriano alrededor de un millón de dólares anuales. Lleva seis años asilado en las instalaciones diplomáticas.

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En una de sus últimas declaraciones sobre el tema, el presidente de la República Lenín Moreno manifestó que la presencia del hacker le incomodaba y expresó que las autoridades de Reino Unido han garantizado su vida de acuerdo a su Constitución, una vez que se entregue a las autoridades británicas. Además negó que haya hablado del tema con Paul Manafort, exgerente de la campaña presidencial de Donald Trump. (I)