El presidente de Colombia, Iván Duque, cambió este lunes la cúpula de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, cuatro meses después de que asumiera el poder con la promesa de recuperar la seguridad en el país sudamericano que afronta un conflicto armado desde hace más de medio siglo.

Normalmente con los cambios de gobierno se producen cambios en la línea de mando de las Fuerzas Armadas, pero Duque prefirió esperar y hacerlo después.

Además de defender la soberanía del país, las Fuerzas Militares combaten a la guerrilla izquierdista del Ejército de Liberación Nacional, a la disidencias de las FARC que se apartaron de un acuerdo de paz firmado en el 2016 y a las bandas criminales dedicadas al narcotráfico y a la minería ilegal.

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Por su parte la Policía Nacional tiene la responsabilidad de la seguridad urbana y combate el narcotráfico y delitos como el secuestro y la extorsión.

"Quiero anunciarle al país una transición institucional positiva, que se ha venido construyendo como deben ser esos procesos", dijo el mandatario en una declaración desde la Presidencia.

Como comandante de las Fuerzas Militares Duque nombró al general Luis Fernando Navarro, en reemplazo del general Alberto José Mejía; como comandante del Ejército al general Nicacio de Jesús Martínez, quien sustituye al general Ricardo Gómez Nieto y como comandante de la Armada al almirante Evelio Enrique Ramírez, para remplazar al almirante Ernesto Durán.

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En la Fuerza Aérea nombró al general Ramsés Rueda en reemplazo del general Carlos Eduardo Bueno y como director de la Policía Nacional designó al general Óscar Atehortúa, quien sustituirá al general Jorge Hernando Nieto.

"Todos formados en el trabajo diario de la protección de los colombianos, con gran experiencia en el terreno y con gran experiencia operacional", aseguró Duque, quien reiteró su compromiso de lograr la paz a partir de la legalidad. (I)