Diecinueve religiosos católicos, entre ellos los siete monjes de Tibhirine, asesinados en Argelia durante la “década negra” de la guerra civil, fueron beatificados este sábado en Orán, en la primera ceremonia de beatificación celebrada en un país musulmán.

“Que monseñor Pierre Claverie (...) y sus 18 compañeros, fieles mensajeros del Evangelio, humildes artesanos de la paz (...), sean beatificados a partir de ahora”, declaró el cardenal Angelo Becciu, enviado especial del papa Francisco, que leyó el respectivo decreto de beatificación.

Unas 1.200 personas, entre las cuales había familiares, amigos y peregrinos que se desplazaron desde el extranjero, participaron en el acto que tuvo lugar en la explanada de la capilla de Notre-Dame de Santa Cruz.

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Además de los familiares de los beatificados, también participaron en la ceremonia el clero de Argelia, religiosos católicos e imanes, además del ministro argelino de Asuntos Exteriores, Mohamed Aissa, y el secretario francés de Asuntos Extranjeros, Jean-Baptiste Lemoyne.

Entre los 19 mártires de Argelia hay quince franceses, dos españoles, un belga y una maltesa. Proceden de ocho congregaciones católicas asesinadas entre 1994 y 1996.

Figura entre ellos el dominico Pierre Claverie, arzobispo de Orán, gran partidario del diálogo con el islam, que fue asesinado en agosto de 1996 a causa de la explosión de una bomba junto con el joven conductor argelino Mohamed Buchikhi.

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También beatificaron a los siete monjes de Tibhirine, secuestrados en marzo de 1996 en su monasterio de Notre-Dame del Atlas, cuyo trágico final inspiró la película francesa De dioses y hombres (2010), premiada en el Festival de Cannes.

El cardenal de Argel, monseñor Paul Desfarges, abrió la ceremonia con un homenaje “a las miles de víctimas de la guerra civil argelina (...) a los héroes anónimos en la vida cotidiana”. Una intervención seguida por un minuto de silencio.

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En un mensaje leído por Becciu, el papa Francisco deseó que “esta celebración ayude a curar las heridas del pasado y cree una nueva dinámica de encuentro y de vida armoniosa”.

“Recordando la muerte de estas 19 víctimas cristianas, los católicos de Argelia y del mundo quieren celebrar la fidelidad de estos mártires en el proyecto de paz de Dios”, añadió el papa Francisco en su misiva. (I)