El ¡viva Quito! retumbaba el jueves en las calles del centro norte de la capital. El grito reflejaba la alegría de los jóvenes que disfrutaban de su paseo en las coloridas chivas quiteñas, que son camiones adaptados para que en su cajón se arme la farra, mientras recorren las avenidas capitalinas.

Turistas, jóvenes oficinistas y estudiantes universitarios son quienes más utilizan las chivas de pueblo. Ellos han reservado con tiempo este servicio porque consideran que es una forma de rendir homenaje a la ciudad, mientras se distraen con música y una que otra cerveza. Los ritmos favoritos para las chivas son los pasacalles, sanjuanitos, pasodobles y la música tropical clásica.

Hasta hace poco, el ambiente en las chivas era alegrado con los acordes de las bandas de pueblo que se ubicaban sobre el techo de los camiones o en sus corrales posteriores, pero esto fue cambiado debido al peligro que significaba para quienes tenían que realizar los recorridos por sitios inseguros. Ahora, en su mayoría, se utilizan equipos de música para matizar el viaje.

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La presencia de las chivas puso bulla y alegría en las calles, una vez que lo intenso de las celebraciones quiteñas se registró el pasado miércoles, con serenatas, shows y conciertos en los que intervinieron artistas nacionales y extranjeros.

Los quiteños, los chagras y turistas se reunieron en las plazas del Centro Histórico hasta pasada la medianoche celebrando a Quito en sus 484 años de fundación española.

Allí cantaron y bailaron al son de entusiastas grupos artísticos que deleitaron con sus presentaciones.

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La serenata quiteña al Presidente

La fiesta más sonada fue la de la Plaza de la Independencia, ubicada al pie del Palacio de Carondelet, donde el Municipio de Quito le ofreció una serenata al presidente Lenín Moreno.

Allí estuvieron el alcalde Mauricio Rodas, la reina de Quito, Daniela Almeida, concejales y funcionarios municipales y gubernamentales.

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Durante estos días de fiesta, los quiteños disfrutaron de juegos tradicionales como el campeonato mundial de 40, organizado por la Asociación de Periodistas Deportivos de Pichincha, de fuegos artificiales, el canelazo brindado a cada paso, las chivas de pueblo, los desfiles y conciertos que fueron el alma de la fiesta.

Quito celebró efusivo, pero sus pobladores esperaban en la tarde anuncios del alcalde Rodas en la sesión solemne. (I)