La Policía israelí recomendó ayer inculpar al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y a su esposa, Sara, en un tercer caso de corrupción.

Netanyahu –quien gobierna con una frágil coalición– es sospechoso de haber hecho favores gubernamentales al grupo de telecomunicaciones Bezeq, que le habría supuesto millones de dólares, a cambio de una cobertura informativa favorable en Walla, una web de información del grupo.

La Fiscalía general deberá decidir si lo inculpa por soborno, fraude y abuso de confianza. En el caso de su esposa, la Policía recomienda el cargo de obstrucción de la justicia.

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El primer ministro proclamó una vez más su inocencia y atacó al jefe de la Policía, Roni Alsheikh, quien dejó ayer el cargo. “¿Cómo es posible que las recomendaciones de la Policía se hagan públicas el mismo día que el jefe de Policía deja el cargo? Las jugadas se hicieron con antelación. Yo y mi esposa Sara somos objeto de una persecución”, afirmó.

El pasado febrero, la Policía ya recomendó culpar a Netanyahu en otros dos casos. (I)