La Unión Europea (UE) aprobó un histórico acuerdo de divorcio con Reino Unido, calificado por ambas partes como “el único posible”, en un proceso inédito que, para llegar a buen puerto, necesita aún una difícil ratificación por el Parlamento británico.

Con este primer acuerdo de divorcio de un país en la historia del proyecto europeo, Reino Unido y la UE buscan pasar página a más de cuatro décadas de relación compleja pero cuyo final deja un mal sabor de boca. El brexit “no es un momento de alegría ni de celebración, es un momento triste y es una tragedia”, aseguró el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

El acuerdo, un mamotreto de 585 páginas, 185 artículos y 3 protocolos, adoptado por los líderes europeos, recoge los términos de la salida de Reino Unido del bloque.

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Estos incluyen cuestiones como los derechos de los ciudadanos europeos en Reino Unido y viceversa, la factura de $ 50.000 millones que Londres debe pagar.

A los parlamentarios británicos, muchos de los cuales amenazan con rechazarlo, Juncker los invitó a “que tengan en cuenta la realidad”, una advertencia similar a la lanzada por la premier británica, Theresa May, que se enfrenta no solo a sus rivales de la oposición sino también a un nutrido grupo de rebeldes en su propio Partido Conservador.

Arlene Foster, líder del pequeño partido unionista norirlandés DUP de cuyos 10 diputados depende la mayoría parlamentaria de May, aseguró que el Parlamento británico tumbará el acuerdo. “No veo ningún modo de que la aprobación salga adelante”, subrayó.

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Palabras que pesan como un oscuro presagio de la difícil tarea a la que se enfrentará May tras la cumbre: lograr que un parlamento británico le dé su visto bueno antes de las vacaciones de fin de año.

En un contexto de auge de fuerzas populistas antieuropeas, el presidente francés, Emmanuel Macron, urgió a ‘reformar’ Europa para que sus pueblos “la entiendan”. “El brexit nos dice que (el proyecto europeo) no ha sabido tranquilizar a nuestros ciudadanos”, advirtió.

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Gran Bretaña dejará la UE el 29 de marzo, pero permanecerá adentro del mercado único del bloque y puede estar sujeto a sus normas hasta finales de diciembre del 2020, mientras ambas partes negocian una nueva relación comercial. (I)