En la comunidad de Pile, perteneciente al cantón Montecristi, residen unas 600 personas. Un tercio de esos habitantes se dedica al tejido de sombreros u otros productos ligados a la paja toquilla.

Pero de ese grupo solo doce tejedores elaboran sombreros finos de paja toquilla, que pueden demorarse entre tres a seis meses, dependiendo de la textura del tocado.

Según Esteban Delgado, coordinador zonal 4 del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), ese tejido fino del sombrero de paja toquilla tiene un reconocimiento de la Unesco, pero sin una adecuada preservación podría desaparecer de la lista de bienes patrimoniales por la comercialización y precio justo que las nuevas generaciones creen que es poco por el esfuerzo que realizan.

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Ante ello sostiene que tanto el INPC y otras entidades trabajan para reforzar la persistencia y permanencia de este tejido, único en el mundo y que precisamente se lo encuentra en esta comunidad cercana al Refugio de Vida Silvestre Marina Costera de Pacoche.

Este 5 de diciembre, por los seis años de la inclusión del tejido tradicional del sombrero de paja toquilla en la lista representativa de Patrimonios Culturales Intangibles de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (Unesco, siglas en inglés), se presentará el Plan Pile, un proyecto que busca el mejoramiento en varios aspectos de esta comunidad manabita.

“Pretendemos hacer un trabajo integral, realmente la propuesta de las líneas de acción que esperamos realizar en Pile tiene que ver con varias cosas, en primer lugar con resolver los problemas que existen en la comercialización, en la elaboración del sombrero de paja toquilla y el tejido fino ustedes saben que los compañeros tienen problemas en comercialización”, destacó.

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Dijo que de acuerdo con los análisis realizados, ellos venden los sombreros en la mitad de lo que deberían cobrar y por eso se realizará una línea para mejorar dicha comercialización.

Si bien se hará la presentación de dicha propuesta, aún no se cuenta con los recursos, pero ya se trabaja con diseños para convertir a Pile en un destino turístico, pero con una imagen que represente su idiosincrasia y que se vuelva agradable a los visitantes.

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A ello se añaden propuestas de turismo naranja, es decir, vender la identidad a turistas que pretendan experimentar el proceso de elaboración del tejido, incluso desde la obtención de la paja toquilla.

“Y eso es lo que vamos a hacer con la creación de rutas y muchas de ellas para que los turistas vivan experiencias. Una ruta para que ellos vayan con la gente que saca la paja toquilla, otros que trabajen en el tejido con los campesinos y otro circuito que hemos detectado es la visita de playas en bicicleta y otra serie de cosas”, destacó Delgado.

El sexto año de recordación de la declaratoria del tejido de sombreros de paja toquilla no pasará desapercibido. De ahí que el 4 de diciembre se hará una exposición en la Casa Cevallos Arízaga, de Portoviejo, una muestra sobre el sombrero y al día siguiente se realizará en el mismo lugar en horario matutino un taller donde participarán precisamente los tejedores de sombreros de varias localidades manabitas. (I)