Un agujero de un tamaño mayor al de la ciudad de París fue descubierto recientemente en Groenlandia.

La razón por la que hasta ahora había pasado desapercibido es que se encontraba oculto bajo el hielo del glaciar groenlandés Hiawatha.

La depresión de 31 kilómetros de ancho fue descubierta cuando los científicos examinaban las imágenes de radar que obtuvieron de la base rocosa de la isla y sugieren que puede tratarse de un cráter, resultado del impacto de un asteroide de hierro de 1,5 kilómetros de ancho.

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Si se confirma, el cráter sería el primero que se puede observar bajo una de las capas de hielo continental que cubren nuestro planeta Tierra.

El descubrimiento se publicó en la revista Science Advances, pero el equipo detrás de la investigación, formado por personal de distintas universidades y museos de todo el mundo, todavía no ha conseguido desentrañar todos sus secretos.

Un misterio por resolver...

"El cráter está excepcionalmente bien conservado y eso es sorprendente, porque el hielo del glaciar es un agente erosivo increíblemente eficiente que habría eliminado rápidamente las huellas del impacto", explicó a la prensa el profesor Kurt H. Kjaer, del Centro de Geogenética del Museo de Historia Natural de Dinamarca.

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Su diámetro de más de 31 kilómetros lo sitúa entre los 25 cráteres de impacto más grandes de la Tierra.

Las pruebas que llevan a los geólogos a pensar que se trató de un meteorito que se estrelló contra la Tierra son los sedimentos de cuarzo que se encuentran en las aguas del glaciar Hiawatha y que parecen haber sido sometidos a una presión enorme.

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Los científicos creen que solo puede explicarse por un enorme impacto.

Pero hay un dato importante que todavía no han podido desvelar: el momento en el que habría tenido lugar esa colisión.

Creen que pudo haber ocurrido hace tan sólo 12.000 años o hace tres millones de años, pero hasta que no consigan perforar los 1.000 metros de hielo que les permita tomar muestras del propio cráter no pueden ser más específicos, aseguran.

... que explicaría muchas otras cosas

Si hubiese ocurrido hace 12.000 años, en el Pleistoceno, se trataría de un meteorito bastante joven y podría ser la explicación a otros fenómenos que tuvieron lugar en la misma época.

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Los sedimentos de cuarzo que se encontraron en el agua del glaciar es una de las evidencias que hace a los investigadores creer que se trata de un cráter.

El doctor Iain McDonald, de la Universidad de Cardiff, en Reino Unido, cree podría explicar incluso un retorno a la época glaciar.

"Si podemos establecer que es tan joven, lo podemos relacionar con un fenómeno climático al que llamamos el Dryas Reciente, un periodo de enfriamiento de la Tierra que afectó al hemisferio Norte y que duró alrededor de 1.000 años", aseguró el investigador en el programa de radio Today de la BBC.

Fue en este mismo periodo en el que se extinguieron los mamuts. El hallazgo del cráter, cree McDonald, puede ser la causa detrás de su extinción así como de la desaparición de una civilización, los clobis, una de las más antiguas de Norteamérica que vivió hace 14.000 años.

Antes, advirtió, necesitan tener acceso a la roca y poder determinar con precisión cuándo se produjo el impacto de lo que creen fue un meteorito. (I)

De confirmarse, este podría ser el cráter más al norte de la Tierra que se haya encontrado.