"No hay plata, no hay", repite Roberto desde su local de comidas, vacío de clientes. Los argentinos tienen los bolsillos exhaustos y para los afortunados con trabajo llegar a fin de mes es una odisea, con una inflación galopante y ante un 2019 incierto.

Hilde cuenta sus billetes una y otra vez, hace una mueca y paga. A sus 86 años peregrina buscando el mejor precio para comprar verduras.

"¿Medicamentos?, ¡carísimos!", dice preocupada. "Con mi jubilación de 8.000 pesos (215 dólares) no me alcanza, son mis hijos que me ayudan", se lamenta.

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Hilde añora ir al cine, al teatro, "lujos que yo también me quiero dar", aclara como si el esparcimiento cultural fuera un elixir prohibido.

Como Hilde, la mayoría de los argentinos ha bajado uno, dos, tres escalones a sus gastos. Algunos la escalera entera.

Aprueban polémico presupuesto

El oficialismo logró este jueves la aprobación en el Senado argentino del presupuesto de 2019, que contempla un fuerte ajuste exigido por el Fondo Monetario Internacional.

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El proyecto de presupuesto, que ya había sido aprobado por la Cámara de Diputados, obtuvo 45 votos afirmativos, 24 negativos y una abstención tras 12 horas de debate, parte del cual transcurrió con movilizaciones de organizaciones sindicales y políticas y un gran operativo de seguridad que impidió a los manifestantes aproximarse a la sede del Congreso.

El gobierno se había propuesto tener aprobado el presupuesto antes de la cita del 30 de noviembre y el 1 de diciembre que reunirá a los 20 países industrializados y en desarrollo.

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Elevada inflación

La inflación se proyecta en torno al 48% anual y mientras los precios no paran de subir, la recesión es un gigante que se devora miles de empleos. La desocupación fue de 9,6% en el segundo trimestre y se encamina a los dos dígitos.

Argentina tiene la tasa de inflación más alta de América, si se excluye la hiperinflación de Venezuela. Sumó 45,9% en doce meses a octubre.

El gobierno de Mauricio Macri se comprometió a conseguir déficit cero en 2019 a cambio de un préstamo de 56.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional.

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"Nunca se hizo un ajuste de esta magnitud en Argentina sin que caiga el gobierno", dijo el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, tras la aprobación del muy austero presupuesto 2019. El año próximo Macri buscará renovar mandato.

Cuidarse, medirse, resignarse 

Rafael López, de 50 años, se considera afortunado porque respecto a un año atrás ha mantenido el mismo nivel de ventas en su kiosco de golosinas, "pero no rinde igual la plata".

"Hay que cuidarse mucho, (en el local) tengo dos luces solamente, no tengo gas, ni teléfono de red, trato de achicarme todo lo que más puedo", explica sobre su receta para afrontar la crisis.

Daniel Borg, de 60, fue maestro durante 45 años. Se acaba de jubilar y el sueño de su vida fue armar de un colectivo viejo una casa rodante. "La terminé pero no puedo usarla, cargar diesel es im-po-si-ble" silabea para expresar su bronca.

El combustible ha aumentado 75% en un año, los alimentos 40%, los servicios básicos 55% y el transporte 60%.

Los asalariados en cambio recibieron aumentos anuales de 24% promedio.

Para desactivar una huelga general el gobierno ordenó pagar un bono de emergencia equivalente a 135 dólares. Pero excluyó a jubilados y a empleados estatales.

"Aumenta la comida, el combustible, el transporte, el agua, todos los días aumenta algo, la gente no aguanta más. Yo me achico, pero hay gente que no se puede achicar, no tiene ni para lo mínimo, está pasando hambre", se indigna Daniel.

Equilibristas

En Argentina, 27,3% de sus 44 millones de habitantes está bajo la línea de pobreza, según estadísticas oficiales.

Arriba de esa línea, hay una clase media en equilibrio para no caer.

"Dejamos de salir, de comer afuera, este año no hay vacaciones, ni colonia para los chicos. Pagamos la hipoteca, la escuela, la prepaga (medicina privada), los servicios y con lo que sobra comemos. Así es nuestra vida ahora", enumera Roxana Gil, licenciada en Administración de Empresas, con trabajo estable, 32 años y un esposo profesional. Esperan un tercer hijo para marzo.

"Espero el cambio del cambio", dice con ironía, al aludir a la alianza gobernante Cambiemos.

Requisito del FMI

El oficialista Luis Naidenoff indicó que este es un “presupuesto de emergencia” producto del deterioro económico y social y defendió el acuerdo con el FMI al señalar que “la historia de la Argentina” con este organismo de crédito “no es nueva”, ya que “se suscribieron 26 acuerdos con ese organismo” durante gobiernos de distinto signo y ante situaciones de crisis.

“El déficit es el desahorro... y la única forma de dejarlo atrás es si lo hacemos juntos", dijo en tanto el también oficialista Esteban Bullrich.

El ajuste que contempla la iniciativa fue un requisito exigido por el FMI para ampliar en 6.300 millones de dólares el préstamo otorgado al país en junio por 50.000 millones en medio de una crisis que generó una fuerte depreciación del peso, y adelantarle fondos con los que afrontar sus obligaciones financieras en 2019 y 2020 para evitar un cese de pagos.

El portavoz del FMI, Gerry Rice, consideró el jueves la aprobación del presupuesto como “un paso muy positivo”.

Los críticos señalan que el presupuesto conllevará una caída del gasto en servicios sociales en términos reales debido a la inflación promedio proyectada de 34,8% en 2019, con importantes detrimentos en las áreas de educación, cultura y vivienda. (I)