Grandes casas, cascadas, ríos, montañas y personajes bíblicos conforman el pesebre más grande del país, que en este año se arma en la Catedral de la Inmaculada Concepción en Cuenca.

Por 14 años el nacimiento se expuso en templos de la Arquidiócesis de Loja pero ahora se decidió traerlo a Cuenca como un “gesto de retribución”, pues la mayoría de visitantes que llegaban a admirarlo provenían de la capital azuaya.

Este nacimiento ecológico se compone de 1.500 figuras, de las cuales 600 producirán movimientos, con los que se representarán faenas cotidianas del tiempo de Jesucristo.

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“Se mostrarán fases del amanecer, del día y la noche, caída de nieve...”, comentó Jimmy Arias, sacerdote de la Diócesis de Loja y mentor de la creación.

Arias explicó que esta creación nació con la finalidad de catequizar a niños con un pesebre de aproximadamente ocho metros cuadrados, pero que con el tiempo se convirtió en atractivo turístico.

El tema de este año es la Sagrada familia como oasis de amor y esperanza para el mundo. El pesebre se expondrá del 23 de noviembre al 6 de enero. (I)