Cumbres, diálogos, negociaciones han reemplazado a lanzamientos de misiles balísticos, ejercicios militares, insultos y amenazas. Ahora Corea del Norte estrecha sus vínculos con Corea del Sur, mientras EE.UU. busca la manera de que el país comunista deje de ser una amenaza, pese a que el camino aún está trabado.

Norcorea solicitó a EE.UU. aplazar unos diálogos de alto nivel previstos la semana pasada en Nueva York. El ministro surcoreano de Relaciones Exteriores, Kang Kyung-wha, dijo que fue Pyongyang quien solicitó el aplazamiento.

Pyongyang insta a que se alivien las sanciones dictadas por su programa armamentístico, mientras que Washington insiste en que deberían seguir en vigor hasta la desnuclearización de Corea del Norte.

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El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que esperaba reunirse a principios del próximo año con el líder norcoreano Kim Jong-un, pero que no había ninguna prisa para negociar.

Kim y Trump se comprometieron a trabajar por la desnuclearización en una reunión el pasado junio, pero el acuerdo fue corto en detalles. Las negociaciones han avanzado poco desde entonces ya que Corea del Norte no ha cumplido con las exigencias de Washington de tomar medidas irreversibles para abandonar un programa de armas y EE.UU. no ha debilitado las sanciones.

Mientras, la relación entre las Coreas va cada vez mejor, así lo muestran sus gobiernos. Este año se han celebrado tres cumbres entre Kim y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, quien busca que en un futuro no lejano la península coreana vuelva a ser un solo país.

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Moon es uno de los principales factores del cambio de relaciones. Este político, que empezó como abogado de derechos humanos y opositor a la dictadura de los conservadores, inició un nuevo intento de mejorar las relaciones con su vecino del norte desde que asumió el poder en 2017. Su objetivo es encontrar la solución al conflicto entre las coreas.

El padre de Moon nació en lo que ahora es Corea del Norte, pero cruzó al sur por la guerra de Corea (1950-1953).

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En tanto, Corea del Sur y EE.UU., aliados desde la Segunda Guerra Mundial, reanudaron la semana anterior unas maniobras militares a pequeña escala que habían sido suspendidas tras la histórica cumbre entre Trump y Kim.

Los ejercicios combinados entre los dos cuerpos de Infantería de Marina formaban parte de una selección de maniobras aplazadas en junio con motivo de la cumbre EE.UU.-Corea del Norte y que Trump prometió cesar porque son considerados provocadores por Kim.

Otro protagonista, además de los ya tres mencionados, es Xi Jinping. Pues China todavía es el principal socio –entre los pocos– que tiene Corea del Norte. Esto ocurre en el marco de una disputa comercial entre China y EE.UU. que en ocasiones crispa las relaciones entre ambos.

Sin embargo, China interpreta un papel importante para la paz de Corea, en especial ahora que junto con Rusia consideran necesario revisar las sanciones de la ONU y EE.UU. sobre Pyongyang. (I)

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