Dos enormes incendios forestales, que ya dejan 23 muertos y obligaron a cientos de miles a abandonar sus hogares, se salían de control en el norte y sur de California.

Nueve personas fueron encontradas muertas en y cerca de la ciudad de Paradise, en el norte de California, donde más de 6.700 hogares y comercios ardieron por el incendio Camp, el más destructivo de la historia de California, según el Departamento de Bosques y Protección contra Incendios.

Las autoridades anunciaron la noche del sábado que la cifra subió a 23 fallecidos.

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El incendio de Butte, apodado Camp Fire, comenzó el pasado jueves y arrasó 36.400 hectáreas, y el Departamento de Bomberos de California apenas lo contenía en un 5 %.

“Ha sido el peor de los escenarios. Es el evento que hemos temido durante mucho tiempo”, dijo el comisario del condado de Butte, Kory Honea. “Lamentablemente, no todos lograron escapar”.

Unas 35 personas fueron reportadas como desaparecidas y tres bomberos heridos.

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Unos 800 km al sur, en Los Ángeles, el incendio Woolsey de 14.164 hectáreas amenazaba a 75.000 hogares y provocaba la evacuación de unas 250.000 personas.

El incendio Woolsey se movió sobre las montañas de Santa Mónica hacia Malibú, donde las llamas arrastradas por vientos cálidos, con ráfagas de hasta 80 km/h, se extendieron hacia casas multimillonarias.

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Miles de residentes usaron la autopista de la costa del Pacífico para huir hacia el sur.

“El fuego ahora está fuera de control y se dirige a las áreas pobladas de Malibú”, dijo la ciudad en un comunicado. “Todos los residentes deben evacuar de inmediato”.

“La magnitud de la destrucción que hemos visto es increíble y desgarradora”, dijo Mark Ghilarducci, director de la oficina de emergencia del gobierno del estado. “Sabemos que hay heridos y que se han perdido vidas humanas”.

California ha sido golpeado desde fines de 2017 por numerosos incendios violentos, que provocaron varias muertes.

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Trump critica gestión

El presidente Donald Trump no mostró simpatía por la situación del estado, mayoritariamente liberal, y al que acusa de una mala gestión forestal que propicia los incendios. “No hay ninguna razón para estos incendios forestales masivos, mortales y costosos en California, excepto que el manejo forestal es muy deficiente”.

“Cada año se otorgan miles de millones de dólares, con tantas vidas perdidas, todo por el pésimo manejo forestal. Pongan remedio a eso o no habrá más dinero federal”, dijo. (I)