Ricardo Rivas sostiene que luego de siete meses del asesinato de su hermano, Paúl Rivas, fotógrafo de El Comercio, la familia ha aprendido a convivir con el dolor, la impotencia y el deseo de hallar justicia.

Paúl Rivas fue asesinado en marzo pasado junto al periodista Javier Ortega y el conductor Efraín Segarra, cuando cubrían el conflicto en la frontera de Ecuador con Colombia, a raíz de los atentados perpetrados en Esmeraldas por el frente armado Óliver Sinisterra.

Desde entonces, dice Ricardo Rivas, ha sido una lucha constante por conocer la verdad. Hasta el momento, toda la información que conocen y que el Gobierno ecuatoriano les ha compartido es la que ha llegado desde el vecino país.

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Rivas cree que Ecuador no les ha dicho toda la verdad y que eso se evidencia en el supuesto bloqueo a los pedidos de información. “No ha habido la decisión política de hacer la investigación correspondiente tanto del Estado como la Fiscalía; ha habido muchos impedimentos, muchos obstáculos...”.

El abogado Xavier Andrade dice que el caso sigue en investigación previa y que están insistiendo en conocer los detalles de cómo el Gobierno manejó la situación. “Nos dijeron que hubo una negociación, pero resulta que no se establece hasta ahora cuáles fueron esos parámetros; ha habido una información débil...”.

Rivas sostiene que no hay las garantías suficientes de que el caso no quede en la impunidad y que permanentemente está en contacto con los familiares de Ortega y Segarra para definir las acciones a seguir. “Las contradicciones que se dieron en este proceso son evidentes (...). Una cadena de errores dieron como consecuencia este lamentable suceso. (I)