Una corte de Corea del Sur sentenció el viernes al expresidente Lee Myung-bak, de 76 años, a 15 años de prisión por una serie de cargos de corrupción, incluyendo soborno y malversación.

Presidente desde el 2008 al 2013, fue declarado culpable por corrupción y desvió de fondos. El exmandatario, que ha negado la mayoría de los cargos en su contra, tiene una semana para recurrir el fallo de la Corte de Distrito Central de Seúl.

"Tomando todo en cuenta, un severo castigo es inevitable para el acusado", declaró el juez en una audiencia transmitida por televisión.

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Además de la pena de cárcel, el exmandatario fue condenado a pagar una multa de 13.000 millones de wones (10 millones de euros, 11,5 millones de dólares). Ha estado recluido en un centro de detención de Seúl desde su arresto el pasado marzo.

El expresidente, que llegó a la política luego de una larga carrera en Hyundai, no asistió a la lectura del veredicto. Lee fue procesado en abril con 16 cargos.

El tribunal lo consideró culpable de recibir sobornos del grupo Samsung para que otorgue el perdón presidencial al presidente del conglomerado surcoreano Lee Kun-hee, que fue condenado por evasión fiscal.

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Lee Myung-bak dijo estar "aterrado" por esas acusaciones y afirmó que había otorgado el perdón al presidente de Samsung, que era entonces miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) para que pudiese defender la obtención de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018, que se llevaron a cabo en febrero en Pyeongchang.

Samsung negó las acusaciones.

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En Corea del Sur los expresidentes terminan generalmente en prisión una vez que dejan el cargo, a menudo luego de una alternancia en el poder. Los cuatro expresidentes aún con vida fueron condenados.

Lee es el último de los dirigentes de Corea del Sur implicado en una investigación criminal sobre comisiones y sobornos que ascienden a millones de dólares.

Su condena es otro revés para los conservadores de Corea del Sur. Su sucesora, la también conservadora Park Geun-hye, está cumpliendo una pena de 33 años de cárcel por otro escándalo de corrupción.

El predecesor de Lee, Roh Moo-hyun se suicidó al ser citado en un caso de corrupción.

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Dos expresidentes más, Chun Doo-hwan y Roh Tae-woo, habían sido condenados en los años 1990 por traición y corrupción. (I)