Con la ayuda de una ONG internacional se instalaron piletas públicas para el abastecimiento de agua de pozos someros para los habitantes de la ciudad isla de Muisne, sur de la provincia de Esmeraldas.

Esta localidad no cuenta con este servicio, cuyo problema se agudizó con el terremoto del 2016. Por ello, el dirigente Líder Góngora gestionó la conexión de tuberías, acometidas y bombas eléctricas de succión.

"El agua se extrae del suelo pero es de pésima calidad, y tenemos que aplicar cloro para usar en los domicilios", comentó Ignacio Montesdeoca, morador del barrio La Florida.

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Agustín Zambrano, morador del sector antes indicado, indicó que el agua potable se compra en bidones o de un carro cisterna, hasta $ 2 por un botellón.

El alcalde Jorge Tello, en funciones desde hace dos años, construye un nuevo sistema de agua potable por $ 3 millones, financiados por el Banco del Estado (BDE). La nueva planta, vanzada su construcción en el 70%, abarcaría una cobertura de 20 mil habitantes del Nuevo Muisne.

A la ciudad isla no se le puede ampliar el proyecto por el impedimento de la resolución No. SGR-073-2016, de 21 de junio de 2016, que declaró a Muisne zona inhabitable. (I)